.22·0
Discurso IV~
tre (
1 ).
Se puede
preguntar ,
qual de las dos
c riaturas angélica ,
y
humana es la mas exce~
lente. Ambas son o,bras del Altísimo :
pregun..
tar_,
pues,
qual
sea la
mas
excelente , no es pre..
gur:itar qual
sea la mas perfecta en sí misma,
~ino
qual
haya recibido mas excelencia de su
Criador.
Sabemos
que
una ,
y
otra
criatura
fué criada en
estado
de ·perder , como de
h~cho
perdi~ el' grado de su creacion ante el Señor:
sabemos
que· la humana halló
reparacion en
el
beneficio
del
Altísimo ,
é
innumerables Ange-
'
les
hallaron
remedio
en ·
la
gr_acia,
que
eficaz–
·mente I_os sostuvo contra el
pecado.
Piérdense
-muchos
hombres
sin
aprovecharse del divino
beneficio , cómo se perdieron muchos A!_1ge..
les.
¿Qúé
resolverémos ahora acerca de la ex~
·éelencia de estas
criaturas?
¿Q~ién
sabe quan–
to Dios
tiene
preparado
á
sus electos ,
y
en
qué
grado
de ·excelencia , sin envidia unos de otros
querrá colo~arlos (
z
)?
Jesu-Christo en el E van..
, ge..
,
, 1)
Deus ab initio temporis , utramque de nihilo condidit
creaturam spiritualem ,
&
corporalem , Angelicam, videlicet,
&
mundanam.
Concilium Lateranense IV. tom.
2.
Conciliorum.
·-(
1)
Oculus non vidit , nec auris audiv#, nec in cor hominis_
as~end-it , -qure prreparavit Deus iis , qui diligunt illum.
1.
ad
Córint. cap. z •
.,v.
9..
In
domo patris mei ,m~nsiones multre sunt.
Joat1,,