Angeles ,Y Demonios.
2
IS
y
libámenes ,
ó
líquidos propios al sacrificio,
y
puesto- sobre una piedra lo ofreció al Señor,
que obra maravillas , en holocausto , esto
es,
consumido todo
p(?r el
fuego ;
y
subiendo la
llama al C.ielo , subió con ella el Angel.
Que-–
daron atónitos los dos .que
1
vieron el prodigio;
y
Manué dixo
á
su
muger :
Morirémos
,
pues
hemos
'Visto al
S~ñor.
Esto decía,- segun la re-
.
cibida sentencia ,. que ninguno en esta vida
.puede ver
á
Dios , infiriendo de haberle visto,
que luego s~ seg.uia
la
muerte.
A
que pruden–
teµiente
le
respondió la muger :
Si el Señor
quisiera matarnos
,
no recibiría e.l holocausto de
nuestras manos, ni nos participaria las cosas ve-–
nideras
(
1 ).
Este
hecho demuestra claramente
lo que antes nos proponíamos , que los Angé-–
les .
en qualidad de Nuncios del Altísimo , re–
ciben
'á
veces nombres propios de la Divini–
.dad. ~o solo se da
á
los Angeles en el exerci–
cio de este ministerio el nombre H~breo
Elohin,
y
Adonai
,
con los que tal vez se significan los
grandes hombres , Príncipes ,
y
Jueces ; sino
O 4
tam-
---·----~--
( 1)
Si Dominus nos vellet occidere , de manibus nostris ho–
Jocaustum ,
&
libamenta non suscepisset , nec ostendisset
nobis
hcec
omnia, neque ea qua: sunt ventura, dixisset.
Ju–
dic. cap.
I
3.
v.
2
3.