23r
zaro :
es
que
Lazaro
amaba
a
Je-
us ,
y
a
los que
le
acompañaban.
L
s
Discipulos tenian parte en su
ami
tad.
'Jesus amaba
a
Martha,
t}
Maria
,
su
hermana
,y
d
Lazaro
,
que
estaba enfe rmo. Ve aqui los ami-
a
e
Jesus:
él,
y
sus
Discipu–
Ios
tenían
siempre abierta
esta
asa , en donde eran
aposentados,
orno huespedes ,
y
co1no
amigos.
Pues Jesus se ha dignado
de
ener
amigos
en
la tierra '
siga–
mos este modelo en nuestras
amis–
t
des.
Amemos
a
los que
son
ca-
.
.
r ta vos ,
y
que exercen con gusto
· a
hospitalidad: porque
reciben
al
i
mo Jesu-Christo en las perso-
de sus huespedes. Amemos
á
una Martha tan
zelosa de servir
á
Je, us , que
casi
toca en
el
extremo
de
10
bullici excesivo,
y
en una
·nq
i ·
etud reprehensible. Si nues-
t
r
amigos tienen defeétos,
sean
.... fe os
fundados
en el bien, sean
iv mente buenos.
Pero
sobre
amemos
á
lna
Maria, pos-
P
4
tra-