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al
toque de génerala.
A
pe ar de esto se presentó al
Comandante,
y
de
pa1~le
del General Acebedo
le
pregun–
tó cuáles eran us· intenciones.
Torre.~
le ·Góntestó que
se alegraba 1n cilo de
l
llegada de
la1t
tropas
nac~onales,
y
que podian entrar con toda conGanza, pues su ánimo
era
reun·
tisc
á
ellas.
Satisfecho
y
gozo o
El01
1
za con esta 'J'espue ta, vohiti
iilmed.iatameQ.teá
co
unicavla
al
Comandante General,
quien enterado de ella, mandó que la Columna siguiera
}a
marcha, Jo <JUe verificó ll ena de la ma viva
al
gria
d
ruido de la oaj as
y
cornetas repitiendo a cada in tante
entusia mados viv
s.
Pero bien pPonto se tle¡:¡c11hrió
que
Torr~
SJ
había valido
el
una superchería pa11a con eguir
con mas faciliclad su
fug .
La
noche
era
bastarfte obs–
cura,
mas
sin emba1
1
go EloPza
le
igmó pa11a pedi rle
una
·satisfa~c101)
de un pro cec.l
·r
tan poco tl ecoroso. Alcanzó–
le
á
poco ra to,
y
la
disculpa que le dió ·
aqu.elGefe
füé
qne la tt•opa le
h
bi:i
ob~igado,
intentando cubrir u
~ri
gaüo c0n e_;.pt•csiones que l e favore'·i n
muy
poco.
De
e
te mo lo
le
fué nuev menLe entreteniendo hasta
que
p asó
tl
gente,
y
lleg~ron
lo CazadoPes ele
la
Division
N
Joi nal. Presentósele
á
Ace!Jedo par que ·respondics·e
á
los
o
rgos,
y
entre tanto
la
Columna iba pcr igtiiendo
á su gen te; pero habiendo llega l
;i
un crucero d onde
el e min.o principal se cli vide en otro
tres, tomó u·no
falso
in 1•eparad h asta algo taPdo,
y
teni endo
n·
coí1-
side11acion qu e la tropa liabia andaclo sie te leguas:
y
qu'e
la oh curidad ele
la
uo ch
110
favor
<'lÍ.
sus intentos,
re..
troccdió para aloj <tP
·e
y
des ansar en
Gim~o .
El
i·e
ulla<l.o
de esla sorpresa fo é
o
gcr ocho
mil
artuch
s
ele -fusil, tres cajas
cl.e
guerra, algun os car–
ros d
pan, varios c"balJ os,
y
otros efecto .
evol–
viéron
á
sus
du ~i~'.>s
los eq1iipages
y
m· letas. Cinco
Ofici~les
y
ma
de cinc11enta soldados que<laron prisio–
neros. A lqs primero ,
y
tanlhien ul mi
mo
Toács se