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dos som
.r
lzermanos: ¿Qué fatalidad os desune? De·
samparad
á
esos ambiciosos
que
os arrancan de yztes–
tro
suelo patrio; oíd los gritos
de
yuestros padres
que _
.os
llaman desde el seno
de
vues~ras
familias.....
Em–
.hríagado con estas dulces ideas,
y
con ]a lisongera es–
pe,ran!la de
r
que aquellos viles
y
cobardes hombres se•
.r ian capaces de dar oidos
á
la razon ,
ó
cuando menos
le mirarían cou respeto, no advertia qlle se habia adelan–
tado demasiadoá su tropa,
y
que dejaba a tras algunosmili–
_cia~1os.
asi füé que desde un vallado donde se ocultaban
,otros viéndole 'solo. é
~ndefenso
1
le disparan t res tiros ,
y
atraviesan el peaho gene roso que tantas veces abrigó
piedad en favor de ellos desde que empezaron
á
huir
vergonzosamen te en Santiago. Lo :asesino , no con–
.tep.tos con verle cae.r del caballo , bajaron al camino con
inten~ion
·rde. 'robarle, pera los Voluntarios de Aragou
que , llegaban entonces no permi.ti.eron que acabasen de
consumar el crimen,
y
llen~s
de justa indignac1on car–
garnn sobre . los infames, hirieron á varios
de
ellos,
y
en seguida acudieron pesarosos
á
dar á su General
todes los au:'(ilios que p
odi.anestar
á
su alcance.
Tendido en tienra
1
arroj¡tndo sangre por su pecho,
,con el rostro pálid@, los labios cárdenos
y
los ojos
moribundos les dice esta últimas
y
memorables
pala~
hras.
Adelante,
hijos ,
no ouil(eis
de
mi cad
íver:
vú•a
:la
libertad
nar;i
n(ll,
Asi murió este segundo Epami-
nondas digno de suerte mas ventuvosa: así mueren
los héroes. Los hombres bueno!t le
1
an llorado como
debian. bien convencidos de que la ·Patria ha perdido
en
él uno de sus _mejores hijos.. (')
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(~)
¡A que preció tari costo5o l;iemos comprado la libertad que
gozamos!
¡
QQe acontt!éimientos tan contrarios entre sí sucedian en
Eipaña el dia 9 de Marzo!
El
pueblo de :Madrid lleno d e gozo
porque el Rey acababa de jurar la Qonsti tucion , se entregaba
á
to–
da
suer~e
de regocije.a,
y
:ponia en l ibertan
á
los
qt1e
estaban pre-
U