tb
puso un reten de cuai·en ta hombres. Situáronse las avan–
zada , ácuart€lóse la tropa,
y
se buscaron algunos sugetos
-de los que componian el
t\
yuntamicnto CG>nsti tucional
en
1814-
para que desempefiasen sus funciones ínterin
que
el
pueblo nombrase los que mereciesen
to~a
su con–
fianza.
El dia
5,
despues de dejar al Coronel D. Juan ele Dios
Alg'uer de Comandante Je armas cbn cuarenta hombre
aelRegirniento de Burgos
y
tres Oficiales del mismo Cuer–
po, la dos Di
vi
ion e
tomaron el camino que oonduce
á
Ginzo. El Capitan Echaluce con t0da su t ropa e reunió
á
éstas
á
la una de la tarue en Allariz fle pues de haber
desalojado
á
los que cubrian la retaguardia Lle Pol.
·
A
la
salida para Ginzo el General Espinosa :il
fren.tr~de la Columna de Cazadores, se puso·
<'.1
la
vanguarc\ia.
La noGhe principiilba
á
cerrarse cuando llegaron las tro–
pas
á
uu arrec.ife que «onduc!'!
á
unas crecidas lagnnas,
que es preeiso pasar
á
la distancia de cerca de un tjro de
fusil por en0ima de algunas piedras ele siJ leria qnc so1re–
salen del agua. La ob Gnridacl de la noche Lillo que los
liOklados tuviesen que pa arlas en gran parte
ú
m~dio
muslo
á
pe ar clel mucho frío que hacia . Poco despues
~lgunos
paysanos informaron que en
el
pueblo babia mas
de trescientos hombre
de milicias
y
Vitoria oon una
guard~a
á
la entrada. El yu<l.ante Elorzo
y
el
T
nien~
te Muñiz se adelantaron
~1
pregntitar al Comandante ele
' la
avanzada; de qué modo pensaban recibú·
á
las tropas
nacionales. El Oficiul
pi~lió'
que le.pernritie en dar parte
á
su ·comandante. Concedió5ele Acebeda generosamen–
te; pera e to Iilismo
fué
causa ele no hab rsc npoderaclo
de toda la tropa qu e eslaba alojada en
el
pueblo. El Co–
mandante de
V~toria
D. Manuel <le Torre no c0ntc tó
á
ninguno de los do partes que se le tlicron; lo cual
vis
Lo
por Elorza pasó
á
hablar al mismo Torroo, pero al ntrar
en las calles· vió
qrn~
toda la tropa se reunía en la plaza