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del Sauce, entr e Palmira y el Ca rmelo; la de los Coroneles Ma–
dariaga y J osé L. Mendoza el 1°. de Agosto por el Carmelo, la
del Co ronel Enrique Britos en el mes de Julio por el
orte del
Rio Negro, y la de los Generales Egafia, Mor eno y Campos y
los Coron eles Botana, Palomeque, Villasboas y otros qu e ya
hemos mencionado en cap ítulos ante ri or es .
os concretaremos, pues, solamente á las que, mas qu e por
la importancia que revistieron en su número de h ombr es y
elementos que ll evaron, son notabl es po r el inter és que indu–
dablement e despiertan los in cidente y peligros que corrieron
en toda u peregrinacion- por lo cual me recen conocerse las
que narramos. Entre ell as se encu entra n las de los Coroneles
Ferrer, E stomba, Cortina,
Soto.
alvafiac h, Visillac y lo h e rmanos
La primera invasion que d ebió efectuarse despu e d e lapa–
sada del Genera l Apari cio, fu é la que preparó D. Francisco G .
Cortina, que debiendo haber ido como secre tario de aquel
General no pudo r unírsele po r la
1
r ecipitacion con que se
preparó é invad ió la Repúb li ca.
Encontrábase en Bueno. Aire cua nd o tuvo conocimiento de
la invasion de sus amigos, sabiendo al mi smo ti empo que el Co–
ronel F e rrer no babia
ido de la
pedicion. Inmediatamente se
pu o en mar cha para Entre Rí os (el 8 de Marzo
á
la noche tuvo
la noticia y
e embarcó e n la mafiana del 9), á fin de habla r
con aq uel j efe y prepararlo para invadir juntos.
E l
oronel Ferrer, patriota
iempre y s umamente bondadoso,
aceptó la idea, di culpando e ntr e tanto
á
sus amigo que ha–
b ían tenido la lij reza de de confi ar de su lealtad y patriotis–
mo; conviniendo que r eg re ara
ortina
á
Buenos Aires para
convidar
á
otro amigo y tratar de con ecruir alguno r ecur os.
Ferr r haria otro tanto e n Entre Rio .
De vuelta el prime ro
á
ta ciudad y de acue rdo con el efio r
Ijn Re3 e y otro p r onaj e
se convocó para un a reunían e–
reta
á
lo miembro ma con pícuo del partido, en c uya r eu–
ni on, qu
fu·
muy entu
ia
ta
e obtuvieron por medio d
u
ri ion
200
naciona le
100
carabina y la municion co rr e •
pondient
y
ala-uno
quipo
y
100
lanza ;
nbarcándo e Cor–
tina nue amente el 17 d
Iarzo con todo
e to
r ecur o
y
a ompaiiad
d
J7
hombre
en el vapor Laura de emba r-
ando en la
I
la d
la boca del
uazú, dond ya le e peraba
1
ronel F rrer on otro
compañero .