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Y pueden los pastores tranquilos sus majadas
En el florido valle de nuevo apacentar.
Ya el hierro del arado de nuevo desmenuza,
La tierra endurecida, sin fruto ni labor,
Y visten los obreros con su modesta blusa
Rasgando del soldado el traje con horror .
R esuena del trabajo el ruido por do quiera,
Las fuentes del :omercio se reabren otra vez
Y el sol de la esperanza siguiendo su carrera
A su cénit se encumbra con doble esplendidez.
Amigos de
la infancia, mis nobles compañeros,
Ya brilla sobre el cielo la aurora de la paz;
Venid,
y
vuestros écos, de dicha mensajeros,
Levanten entusiastas con himno de solaz.
Montevideo Abril 19 de 1872.
• De ahi se dirijieron
á
casa del Sr. Presidente
de la República con
la
banda del Urbano, donde repitieron el Himno
y
la recitacion de la poesia, no
obstante halla1se ausente en aquellos momentos S. E .
" Siguieron hasta tomar la calle Solis,
y
de allí
á
la de Colon, hasta venir
á
encontrar la de Sarandí por la cual siguieron hasta la plaza Constitucion.
• Allí entraron al Departamento de Policía
con
la
idea de manifestar
al delegado del Poder E jecutivo que en defedo de no haberse hallado a
1
Sr. Presídente en su domícilio para presentarle sus respetos, se dignase ad–
mitir
y
trasmitirle la espresion de los sentimientos de la niñez
y
la humilde
ofrenda que deseaban presentarle.
• Entonces el alumno Juan J osé Diaz, de la misma escuela, pronunció con
emocion
y
desenvoltura el siguiente discurso:
e Excmo. Señor:
La niñez que se forma en las bancas de las Escuelas Públicas se asocia
de corazon al regocijo público con que
el
Pueblo Oriental celebra entusiasmado
el restablecimientu de la paz
y
la reconciliacion de sus hijos .
• Exenta de pasiones en
la aurora de su vida,
y
cediendo á los impulsos
del amor
á
la patria, ella viene en los transportes de su alegria
á
mezclar sus
himnos,
á
unir sus votos
á
los de un pueblo entero por la fraternidad de los
Orientales,
festejando la era de paz que se
inaugura por la felicidad de la
República.
• Diós, señor, que lée en el fondo de nuestros corazones, sabe cuan since.
ros
y
fervientes son nue¡¡tros votos
y
con que positivo contento nos asociamos
á las públicas demostraciones de regocijo con que se solemniza el fausto acon–
tecimiento
~que
se celebra.
•. Cúpole
á
V. E. la envidiable gloria de dar cima
á
la santa obra de paz