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• Por si desgraciadamente
los temores del Gobierno se
tambien S. E. el Sr: Presidente que llegado el caso de una
realizasen quiere
segunda citacion
sin que la reuoion tenga lugar, declare Vd. categoricamente al mediador argen.
tino, que el Gobierno de la R epública considera que ese procedimiento de los
comisionados, es contrario á la lealtad que debe á sus repetidas declaraciones
de
estar animados de iguales deseos
ó
sentimientos
á
los de que el Gobierno
se halla poseido,
y
penetrado de '.la conveniencia de utilizar todo el tiempo
posible para que la paz de
la
R epúbli ca sea pronto una feliz realidad,
en
cuya confianza Vd. consintió y el Gobierno aprobó, que el armisticio no tuvie–
se un término fij o de duracion; y por consiguiente que V d. se verá en la ne–
cesidad de declarar rota la negociacion si una tercera citacion tuviese el mis–
mo resultado que las dos anteriores.
>
Conociendo Vd. los poderosos y graves motivos que el Gobierno tiene
para proceder con esa severidad, cree
inútil recomendarle que exija del me–
diador Argentino que los dias
intermediarios entre aquellas citaciones, no
sean sino los absolutamente necesarios para que la citacion llegue á conoci–
miento de los citados, á fin de que el objeto de esa conferencia
se haya
obtenido dentro de los ocho dias, que el Gobierno prefijaba para la duracion
del armisticio.
• Al conocido
talento de Vd. no pueden escaparse
las
razones poderosas
que el Gobierno tiene para recomendar á V d. encarecidamente el fiel cumpli–
miento de las órdenes con tenidas en la presente comunicacion; y en ese con–
cepto me limito á la
recomendacion que dejo
transcripta,
aprovechando
la
oportunidad pera reiterar á V d. las seguridades de mi distinguida considera–
cion y aprecio.
Manuel Herrera
y
Obes.
At Sr. D r . D. Andrés Lamas, Agente Confidencial del Gobierno Oriental.
<
Buenos Aires, Enero 8 de 1872.
>
Señor Ministro :
>
A.l firmarse el armisticio, los Comí ionados de la Revolucion manifestaron
que debiendo entrar en la negociacion inmediata de las condiciones de la paz,
tenian necesidad de entenderse con el Jefe militar de la Revolucion para pre–
disponerlo á la aceptacion de lo que ellos aceptasen aquí,
y
con ese objeto,
que tanto podrá facilitar y abreviar la pacificacion, habian resuelto que fueran
al Cuartel G<:neral de aquel jde el Comi ionado D . Juan P . Salvañach y el
Dr. D. Amb1osio L erena.
>
De acuerdo con el Ministro Mediador no opuse dificultad por parte del
Gobierno, y en consecuencia se tra ladan á Montevideo,
para recibir las ne–
cesarias autorizaciones, los dos señores mencionados.