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• Deseoso S. E. de arribar lo mas antes, á ese resultado, quiere mas; quie–

re que tanto aquel j efe como curntos existan en los ejércitos revolucionarios,

sepan hasta donde S. E. está dispuesto y decidido á llevar sus concesiones,

á cambio de poner término á los males y calamidades que estan devorando

al pais y comprometiendo del modo mas sério hasta su existencia política.

• Con ello, se propone, ademas, conservar al arreglo que tenga lugar, el

carácter doméstico y de familia que jamas debe perder, por la espontaneidad

y naturaleza de las concesiones en que se cimente y que en otro caso, se lo

impediran la dignidad y el decoro de la elevada autoridad que inviste y la

representacion que ej erce.

>

Hay tambien para ese proceder de S. E . otra consideracion que no cede

á las mas fuertes, y es la de la necesidad urgente de ganar al tiempo, lo

mas posible para disminuir el peso de las desgracias que tanto estan pesando

sobre el país y prevenir los males mayores, que aun lo esperan si así no se

procede.

>

De la prolongacion de la lucha resultará la imposibilidad de poderse

organizar los podE'res constitucionales que deben reemplazar los que concluyen

y en esa acefalía de autoridades legítimas que tengan la representacion inter–

na

y

externa de la soberanía Nacional, nada hay de grave y peligroso para

la República, que no sea de temer.

>

Por lo pronto se presenta la intervencion estrangera, que alegando con

razon 6 sin ella, la falta de proteccion por parte de las autoridades naciona–

les, á las personas y propiedades de sus respectivos súbditos, se considerará

autorizada, para protejerlos ella con sus fuerzas, que ocuparan el todo 6 parte

del territorio con aquel objeto. Aparte la ignominia y el véjamen para la Re–

pública, de un hecho semejante, luego se vé hasta que punto él puede cons·

tituir una amenaza séria para su existencia.

>

El mas puro patriotismo anima, pues, al proceder de S. E. el Sr. Presi–

dente de la República, y desgracia seria que así no se comprendiese por los

hombres en armas de la revolucion y le negasen el concurso de su coopera–

cion, para conseguir los altos fines que tiene en vista.

• Por esa razon, se recomienda á Vds. que no omitan esfuerzos, para lle–

var al convencimiento de los hombres con quienes van Vds. á hablar, los mó ·

viles patrióticos y desinteresados que determinan la mision de Vds. y la fide –

lidad y firmeza con que será mantenido y ejecutado cuanto se pacte.

>

E~o

no será solo un deber de probidad y buena fé individual y politica

para S. E. el señor Presidente, sino de verdadero patriotismo, desde que

él reconoce que es el único medio de afianzar la paz pública en la República

y salvarla de los peligros que la circundan, creados por nuestras discordias, tan

enconadas como han sido estériles basta hoy , para el bien de la patria y los

sacrificios de sus hijos.

• Si

á

las bases que ustedes llevan solo se hicieren observaciones de detalle,

que en nada afecten el principio fundamental en que reposan, podrán ustedes

admitirlas

ad referendum

asegurando que cuanto se objete con el fin de ga–

rantir la exequibilidad de lo prometido y ofrecido,

~in

menoscabo de la digni-