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Copiamos mas adelante el parte pasado por el j efe atacante,
siendo falso que vinieran aquellos oficiales revolucionarios á
cobrar ning un der echo, pues el objeto d e s u viaje era pasar á
sus casas
y
v erá s us familias,
confiad.osen la paz
y
en la buena
fé
de sus contrarios . P ero como quiera
que
fuera, la infamia
existe de cualquier manera por el solo hecho d e hab er sido
atacados del modo que lo íueron.
Hé aquí todos esos doc umentos:
• Tacuarembó, Febrero 6 de 187
2.
»
El General
qie~
suscribe, al Sr. Coronel, jife del cuar to cuerpo del Ejér–
cito Naci'onal, D. Juan 111" Puentes.
• El 19 del pasado Enero entré al departamento del Salto por el paso de
Batista . con 29
hombres,
incorporándoseme el Comandante Acosta con 84
hombres, haciendo un total de 1r3, y con ellos me situé en el arroyo Tres
Cruces, de dicho departamento,
hasta
saber donde
se hallaba el General en
Jefe ó V. S.; y á fi n de recibir las instrucciones necesarias, escribí á V. S.
con fecha
2 I
creyendo poder estar con esa fuern con seguridad en el punto
indicado, pues tenia conocimiento por los diarios del armisticio celebrado.
>
En esta situacion permanecia, cuando amaneció sobre nosotros, el dia 29,
una fuerza enemiga como de
200
hombres á las órdenes de F renedoso, acer–
cándoseme en actitud h ostil.
«
Hícele presente los deberes contraidos por el armisticio, y se me contes–
tó •con blancos no habia paz•.
>
Para eTitar el a taque con que el enemigo nos amenazaba, consideré pru–
dente retirarme, repasando el Arroyo Tres Cruces, colocando sobre el paso una
fuerza que lo defendiera y repitiendo la advertencia de estar suspendidas las
hostilidades; pero el enemigo, desentendiéndose por segunda vez, cargó tl paso
con una compañia de infanteria, rompiendo un nutrido fuego, al que mis
ti–
radores, obligados, contestaron .
>
Comprendiendo el enemigo la dificultad de
~ornarnos
el paso, se dirigió
á los potreros, arroyo abajo,
y vadeando por ellos me
salió
á
retaguardi :i,
trayéndome la carga cnando yo pensab" que cesara de hostilizarme.
>
La situacion en que me puso este incidente y aunque
con la mitad me–
nos de gente que el enemigo, me hizo indispensablemente aceptar la pelea,
siendo como Vd. ya sabe, desgraciado, sufriendo la pérdida de mi hijo m e–
nor
y
catorce compañeros mas,
causándole nueve bajas á
la fuerza enemiga.
• En la dificil retirada que emprendimos en
seguida,
á no haber t omado
Ja dPfensiva, hubiéramos perecido todos durante una persecucion de mas de 7
leguas.
>
Al dar cuenta á V. S. de lo ocurrido, confio que, con la brevedad posi–
ble del caso, se sirva elevar este parte al conocimienlo de S. E.
el
Sr. Ge–
neral en Jefe, á los fines que correspondan .