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falda de los Cerros de Betel, quedando siempre su vanguar–
dia defendiendo el paso real de Solis Grande. Pero los
revolucionarios avanzaron audazmente sobre el mencionado
paso real y consiguieron tomarlo vadeando el arroyo todo
el ejército despues que fué desocupado aquel punto por el Ge–
neral Borges, que se retiró, á trote y galope hasta incorporarse
á los suyos.
En seguida avanzaron las tropas nacionalistas divididas en
dos columnas paralelas, con el propósito firme de llevar el ata–
que al enemigo; pero al ver que era imposible hacerlo por las
condiciones en que se habia colocado, pues tenia á su frente
unos cañadones barrancosos, innaccesibles para las caballerías,
se mandó hacer alto por un momento, entrando luego á evolu–
cionar amenazando cargas por los flancos y concitándolo al
combate, disponiendo tambien hacerle algunos disparos de ca–
ñon sobre el costado izquierdo todo lo cual fué inútil, pues el
ejército del Gobierno no se movió de sus posiciones y se con–
formó con desplegar algunas guerrillas á los costados y contes–
tar con su artillería los .fuegos que se le
ha~ian.
En vista de esto, y prestándose admirablemente el terreno
por su posicion topográfica para sitiar allí al General Suarez,
asi lo dispuso el General Aparicio resolviendo tender su línea
en este órden: al centro algunas caballerías, la artillería y la
infantería; al costado derecho las caballerías del General Beni–
tes, un batallon de infantería y dos piezas de artillería, y al cos–
tado izquierdo las caballerías de los Generales Medina y Muniz;
mandando ademas una fuerza de caballería é infantería para
que se colocase á retaguardia del enemigo, en una abra ó bo–
queron de la sierra, único punto por el cual este, aunque con
grandes dificultades, podría evadirse.
El dia 22 por la mañana, teniendo conocimiento ei General
Aparicio que Suarez iba á recibir por la via marítima, un
refuerzo de gente que le enviaba el gobierno · de Montevideo,
mandó al G eneral Muniz con su vanguardia y el batallon de Es–
tomba para que tratase d e impedir el desembarque de esas fuer–
zas, el cual se intentó verificar por el puerto del Inglés, en las
costas del Océa,no Atlántico que bañan las riberas del depar–
tamento de Maldonado.
Este refuerzo se embarcó en Montevideo el dia 20 en los
vapores
Coquimbo, Oriental, Rayo
y
Montevideo,
y se com–
ponía de los batallones 1°. de Cazadores, Urbano, 24 de