-
167
-
oficiales y tropa del espresado, han cumplido satisfactoriamente con su deb-er
y muy en particular el bravo Mayor Castillo.
>
Dios guarde
á
V. S. muchos
año~.
L orenzo Latorre. "
Dia
12-El Coronel Basañez, j efe d el batallan sorprendido el
dia a nterior, deseando tomar la r evancha y acon sejado por su
valor es traordinario, a taca en las -primeras horas; de la mañana
las avanzadas enemigas, pero llevándoles la carga de fr ente y
á plena luz d el dia .
F orma su batallan en columna; desplega guerrillas al trente;
él va adelante de sus soldados, y lleva de proteccion al bata–
llan que manda el Coronel Cbalá y las fu e rzas de caballe ri a d e
Mercedes .
Iumediatamente se traba el combate en la calle del 18 d e
Julio; se oyen los est ampidos de los cañones de la trinche ra
enemiga, situada en el Cementerio Inglés, y las descargas de
fusileria atruenan el aire, produciendo nna humareda inmensa:
El Coronel Basañez llega hasta las avanzadas contrarias,
hace retroceder á éstas tres ó cuatro cuadras hácia la capital,
satisface su objeto en una palabra, y entonces se r etira en
órden de pelea hasta sus posiciones, g uerrillándos e continua·
mente.
El
General Bastarrica y los Coroneles Amilivia y Gurucha–
ga, con las fu erzas á su mando, y dos piezas de cañon tomaron
tambien parte en este combate, pues habiéndose oido de
la
Union el fuert e tiroteo que se produj o, sali eron inmediatamen–
te en proteccio n de las fuerzas que ya h emos mencionado.
Pobre y valiente Cor onel Basañez! Caro le costó la satisfac–
cion de est e deseo; pues en la r etirada, cuando ya estaba casi
todo t erminado, cayó exámine de su caballo herido mortalmen–
t e de un balazo. Murió
tambi en en esta refriega el Ca–
pitan Fragueiro y varios soldados; habiendo tenido los sitiados
igual ó mayor número de bajas.
E sa noch e fueron velados en la Union los cadáveres de Ba–
sañez y de Fragueiro, ent errándose al día sig uiente en el Ce–
menterio del Buceo. T anto en el velorio como en ·el entierro
se le hicier on los honores de ordenanza, lamentando su muerte
todo el ejército r evoluciona rio.
Este mismo dia, á la tarde, hubo un incident e en las üneas
avanzadas que no debemos dej ar de citarlo. Pero dejamos la
palabra al doctor donJosé P. Ramir ez, redactor de
El Siglo
en