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anriguo sillón de bre.zos, en el mismo sitio que la
viejecita lo viera la noche anterior.
Contentos de háber satisfecho su curiosidad'unos,
otros envidiosos de la suerte del cipo aq'uel, que a ..
sr, de buenas a
primeras,
y
sin mas
trámite era re·
cibido por Mt"rCt-des en la intimÍdad, los &.
tisba.do..
res fuéronse
e.
dorm1r.
¿Q¡Jien
~ra
el galán aquel? ¿De donde venia?
¿Como vivta1 Estas
y
otras o parecida. eran ld.s
preguntas que se hadan vecinos
y
vecinas. Y los
que más intrigados les traía era la rara catadura
del nocturno visit&n
1
te, Era el tal. alto
y
esbelto. Na ..
riz roma, ojos negros
y
brillantes,
y
enormes
t
bien
retorcidos mostachos, daban
a.
sU rOstro una expre,
sión descnncena.nte. Vestía.
dt
negro
y
era. su tra ..
je
el
de un hombre
habitue.doa
viajar.
Usaba altas
bot&S y las espuelas demostraban que cabalgaba
todos los dlas. Un enorme sombrero do Guayaquil.
con una.
cinta
bien
anch.s.,
llenaba de sombra su
f¡.
sonomfa «om, letando el conjunto.
- Parece un gaucho. En esta.s pala.bra.s reasu–
mieron los curiosos su opinión.
Y
~ra
lo más raro que Mercedes pareda no per ..