-1-
habían de ser quien e:s se lanzaran a la
ealle.
f ué en esta época quf el d,iablQ, .eha–
riloráao de una geniil ddHcelfa, aió
eri
el pruritó de hatér su§ excUtsi8Hes por
esta
éiudáa;
y
por Cierto que.süs ávetitu–
ras hicieron bastar¡te ruídéi, ·taitio qué
~~~tá
a
~~_í-~aHégatlt>
el
_fel:~t.o de}~llá~?
't
voy
a
hacerlo '· lector arfitgo, sm agre–
garle ni quitarle
nada.
Re
lo aquí . '
•
En
él finál de la cuarta
é~iadra
de
la
dllé de B6livai, édifitl qu (é n vá de lá
plaza y en la ácéfa izé¡üiertlií, d iSltii en
aquellos tiempos ( creo que existe foéla–
vfa) una
péquefi~
téhduéHii,,siíi más
~¡¡.
!ida qué la que i:laba a la callé réf¡!rida.
Habitaba en ella uná garritla
y
úh si es
no es coqueta huarasina
c)é
veirlfe abri–
les, que pdr achaques dé foi-fitna· f/abía–
se quedaao huérfariá
y s iri
pafientes.
Mercedes- que tal era el nombre de es-