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los vecinos. Mientras él vivio. nadie había osado
entrar a su morada. Tal era el temor que
i~spi.-
raba su sola
pres~ncía.
Muerto
él.
su aposento fué recorrido por cuan–
tos penetraron. No dejaba papelu de ningunada..
se. Un catre, un gran baúl vado
y
algunu
puña..
du de tabaco esparcidas
aquf
y
alla. era todo lo
que
qu~daba..
Un curioso penetró a.l segundo aposrnto, lohalló
vacto, pero arlvirtirndo una escalera que
sobra
a un·
desván, trepó por ella y penetró
a.
la buharda. En..
tonces, a
la luz que penetraba por un ventanuco
vió, con espanto, un cuadro siniestro.
Sobre un ccbPrtor muy
usa.doyacía un
f'squel~~
to humano; algunos harapos blancos le servían de
vestidura
y
una rubia cabellera que el polvo
y
el
tiempo habían deteriorado, demostraban q,
aquel esqueleto pertenccia a una mujer......
Lo• amor:,es del diablo terminan trágica ..
mente. La hermo•a mujer que él rapta ra en
d eliquio amoro•o, era, a no dudarlo, 6ata cu ..