se la diesen.
Ellos maravillados desto y sospechando no fuese
cautela el haber perdido el rey, fueron de parecer que volviesen al
jue~o;
pero el hijo lo rehusaba, si primero no le daban lo que había
ganado. Viendo los jueces que tenía razón, le prometieron dar
lo
que pedía con tal que prosiguiese el juego.
Volvieron a jugar
padre e hijo, y fué tan venturoso el hijo, que tornó a ganar por
segunda vez. No consintieron los del consejo que pasase adelante
el juego, porque llevaba el mozo talle de ganar a su padre todo
el
reino.
Preguntáronle los jueces qué quería por la ganancia,
y
el mozo pidió la provincia de Urcosuyo, y así le fueron dados los
cinco pueblos della Nuñoa, Oruro, Asilla, Asángaro y Pucará; y
estos son los pueblos que llaman Aylluscas, en memoria desta
historia" ( 73).
EE WARACHIKUY
A estos juegos de habilidad física hay que añadir los que se
practicaban durante la fiesta del Warachikuy, que como ya dijimos.
Garcilaso la consideraba como la europea de
arma~
caballeros.
Y aunque no tenemos los nombres de cada prueba en lengua
abo~
rigen, vamos a emplear las descripciones de Garcilaso y de Cabo.
Después de hacer ayunar a los pretendientes durante seis días,
ayuno en el que también participaban los padres, hermanos y ·pa–
rientes cercanos, se les alimentaba con alguna vianda y ..los exami–
naban en la ligereza de sus personas, para lo qual les hacían correr
desde el cerro llamado Huanacauri (que ellos tenían por sagrado)
hasta la fortaleza de la ciudad, que deve aver casi legua y media;
donde les tenían puesta una señal, como pendón o bandera, y el
primero que llegava quedava elegido por capitán de los demás.
También quedava con grande honra el segundo, tercero, y cuar to,
hasta el décimo de los primeros, y más ligeros" ( 74). Como bien
se ve, es una carrera de velocidad, lo que nos describe Garcilaso.
(73 ) .- Historia del Nuevo Mundo, T. III, pág. 175-176.
(74) .- Comentarios Reales, Pte. la ., Libro VI, Cap. XXIV. Betanzos dice
que el primero que llegaba era muy honr ado por los suyos, se le daba un3.
recompensa, se le decia ' 'que lo hizo como buen orej ón '', y se le ponía por
sobrenombre guaman, que quiere decir halcón.
Suma y Narración de los
Incas, Cap. XIV, pp. 168.
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