tarde, pasó a ser propiedad del obispo Ca–
lixto Clavijo, fué donado a los Jesuítas, de
dond·e le viene el nombre de colegio San
Calixto.
En el barrio llamado de Caja del Agua,
se estableció la aristocracia paceña. Allí
vivieron las mejores familias porque lo
En las calles
Chaulla-cato, Guaycani
(ca–
lle J unín), Suere o del Cuartel Nuevo, la
de los Predicador·es, la de Landaveri, la del
Seminario, Yauripila y Carcantía, se agru-
, l "
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po a gente ecente . asta mue ISimos
años después quedaron viviendo allá los
Núñez del Prado, en la esquina de Yauri-
La Paz a comienzos del presente siglo. La Alameda.
creían el más abrigado y cubierto de los
aires del Illimani. No se pensaba entonc·es
en zonas más bajas como Sopocachi y Mi–
raflores, porque ellas estaban muy lejos de
la ciudad. Desde la plaza mayor, subiendo
por la calle del Rey, en cuya primera es–
quina se levantó el palacio del Obispo, la
famosa casa Queipo, y en la de más arriba
la de lndaburo, con su
Kori-balcón
(balcón
de oro), hasta el callejón Jaén, o de los
fantasmas, hacia el norte por la Cruz Ver–
de, donde estuvo la casa d.e Pedro Domingo
Murillo, callejón que se llamaba entonces
Cabra cancha
(espacio en que vive el de–
monio con cuernos), es decir, todas las
manzanas comprendidas en el ángulo que
forman las calles de Santo Domingo y la
Paciencia (actual lngavi) y la nombrada
calle del Rey, cerrando los cerros del Agua
de la Vida y del Calvario,
constituy~ron
el
barrio de la aristocracia paceña.
pila, frente a la casa del próoer don J enaro
Sanjinés;, los l}1tndez, en
la,~squina
de los
... Predicadores; los Alarcón de Coiltreras,
uno de los cuales, don Pedro, fué el esposo
de doña Antonia de Orihuela, duquesa de
Estrada, el primer título de Castilla que
existió en La Paz. La familia coroiqueña
Reyes Ortiz que tenía su casa en la esquina
de
Chaulla-cato
y
Guaycani;
en la esquina
d·e la plaza mayor y la calle de Santo Do–
mingo, los Ballivián, próxima a la casa de
los Iturralde. En la calle siguiente vivían
don Andrés S. Muñoz, don Víctor E. San–
jinés, los Cornejo, los Prudencio Romecín,
los Chirveches, los del Carpio, los Gutié–
rres Lea Plaza, los lndaburu, los Peñaran–
da, los de la Barra y otras distinguidas fa–
milias.
Las familias pudientes de La Paz, tenían
por to general sus cllacarillas en San Isidro
de Potopoto, en el Obraje, y, además, po-
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