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JULIAN SANTISTEBAN OCHOA
Fr. Agustín de la
Cor~ña,
p idieron de rodillas al Virrey qúe reconsiderasa
la sentencia; Toledo, que no conoció amor de n:tadre, de mujer o de hijos,
fué pétreo y frío en su resolución, y 'el 8 de noviembre de 1572, el postrero
inca Tupaj Amaru,, fué dec:,apitado en la Plaza Mayor del Cusco; con ello
quedó virtualmente muerto para siempre el gran Tawantlnsuyu.
La ejecución del Inca Tupajj Aman¡ fué un acto .por demás impolítico. en
el Virrey Toledo, aunque haya revestido todos· los visos de la legalidad. De
ahí ha: nacido la liyenda negra que se cirnió sobre su vida y sobre su me–
moria, pese a las admirables leyes que le han valido el .tífulo de "Suptemo
Organizador del Perú" y del millón y medio de
pes~s
que mandó .retribui:ll
a los indios por jornales no pagados y del tino y sagacidad que en los de–
más actos de su administración supo imprimir. En 1581 emprendió el re–
gre.soa España·· donde no se . le' volvió a encomendar otros .cargos. Carece·
de fundamento la pppular increpación atribuída al rey don Felipe II, quien le
diría: "Idos, señor de Toledo a vuestTa casa, que no os envié al Perú a matar
reyes sino a servir reyes!'.
Lo
cierto es que el Rey se disgustó, pero no por
la
sentencia sino pdr el desacato
cwe
significaba contra la maiestací del. car–
go, el que un funcionario
m~nor
enviase al cadalso a otro de mayor iera¡.–
quía, aunque perteneciese a la raza vencida. Toledo, el hombre más discu-::
,tido del Perú virreina!, murió por los años de 1588, dejando regular fortuna
en su pueblo natal, Oropesa, a la que tanto re(!ordara, en Amérfca.
14.-Fernando
d~
Montesinos.-Pocoo datos biog;r.áficos poseemos del
tan famoso como discutido Licenciado de Osuna. Nació en esa antigua
y
prestigiosa villa sevillana ya conocida desde la época de los romanos.
.Or–
denóse de clérigo, y obtuvo (al parecer en Salamanca), el título de Licéncia–
do en Derecho, aunque no falte quien afirme que llegó para graduarse en
la Universidad de Lima.
Arribó al Perú e n 1629, con la armáda. que trajo Consigo don Luis JerÓ·
. nimo Enríquez de Cabrera y Boba_9.illa, Conde .é:ie Chinchón y Virrey del Pe–
rú, permaneciendo en estas tierras hasta 1644, ·f-echa en que retornó ·a Es–
paña. Apenas llegado se dirige a la ciudaé:i de . Truiillo, donde sirve de se–
cretario al Rector de Noviciado de Jesuitas y , luego, a los obispos Fr. Ambro–
sio Vallejo y don Diego de Montoya y Mendoza. En 1634 recorre "el sur del
Virreynato y aún se afirma que fué cura en Potosí y estu\lo en Arica. Esta
época
par~ce
la más agitada 'de su vida, pues él mismo dice que "traspqsÓ
60 veces la cordillera de los Andes" y que estUvo en Quito. Se le atribuye–
un folleto titulado ''Arte y beneficio de los metales", por lo cual creemos que
más que a las tareas de un llceifciado y sacerdote se dedicó a las de minero,
siendo predecesor quizás de ese otro célebre andaluz, y cura de Potosí, don
Albaro Alonso Bprba, que escribiera también sobre el mismo tema, dando .
puntos científicos a,ún no explotados en su época. Entre 1636 a 1539 lo en–
contramos en Lima. Al Licenciado de Osuna se le atr-ibuye la descripcfÓn,
en un folleto, dél celebérrico auto de fe,
manda~o
celebrar por el Santo
Of~-