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El ángel

APOCALIPSIS 9

con el librito

testad, como tienen potestad los

para matar la tercera parte de los

escorpiones de la tierra.

hombres.

4 Y les fué mandado ªque no

ªepi

6

3

6

16 Y bel número del ejército de

hiciesen daño

•á

la hierba de la

b~aús·.

11.

los de

á

caballo era doscientos

tierra, ni á ninguna cosa verde, ni •

cp.

8 · 7 ·

millones. Y oí el número de ellos.

á ningún árbol, sino solamente á

17 Y así vi los caballos en visión,

los hombres que no tienen •1a

d cp.

1.

2.

y los que sobre ellos estaban sen-

señal de Dios en sus frentes.

tados, los cuales tenían corazas ·

5 Y les fué dado que no los ma- •

cp .

16.

s. de •fuego, de jacinto, y de azufre.

tasen, sino que

los atormenta-

Y las cabezas de los caballos eran

sen cinco meses; y su tormento

como cabezas de leones; y de la

era como tormento de escorpión,

boca de ellos salía fuego

y

humo

cuando hiere al hombre.

y azufre.

6 Y en aquellos días

1

buscarán

f

Jer. 8. 3.

18 De estas tres plagas fué muer-

los hombres la muerte, y no la

ta la tercera parte de los hom-

hallarán; y desearán morir, y la

bres: del fuego, y del humo, y del

muerte huirá de ellos.

azufre, que salían de la boca de

7 Y •el parecer de las langostas

ª JI.

2 · 4 ·

ellos.

era semejante á caballos apare-

19 Porque su poder está en su

jados para la guerra; y sobre sus

boca y en sus colas; porque sus

cabezas

tenían

como coronas se-

colas eran semejantes á serpien-

-mejantes al oro; y sus caras como

tes, y tenían cabez¡¡.s, y con ellas

caras de hombres.

dañan.

8 Y tenían cabellos como cabellos

20 Y los otros hombres que no

de mujeres; y hsus dientes eran

h

JI.

i. 6.

fueron muertos con estas plagas,

como dientes de leones.

iDt.ai.29.

aun no se arrepintieron de ilas

9 Y tenian corazas como corazas

obras de sus manos, para que no

de hierro; y el estruendo de sus

i¡f¡L

u s. adoz;asen á los demoníos, iy á las

alas, •como el ruido de carros que

y 13s.

imágenes de oro, y de plata, y de

con muchos caballos corren á la

/Ji~~\.

metal, y de piedra, y de madera¡

batalla.

las cuales no pueden ver, ni oir, m

10 Y tenian colas semejantes á

andar;

las de

los escorpion es, y tenian en

21

o se arrepintieron de sus

sus colas aguijones; y su poder era

homicidios, ni de sus hechicerías,

de hacer daílo á los hombres cinco

ni de su fornicación, ni de sus

meses.

hurtos.

11 Y tienen sobre sí por !rey al

! P r. 30.

21.

ángel del abismo, cuyo nombre en

CAPÍTULO 10

hebraico es Abaddon, y en griego,

y

VI otro ángel fuerte descender

Apollyon.

del cielo, cercado de una nube,

12 El primer ¡Ay! es pasado: mhe

mEp.

~· ~~·

"y el arco celeste sobre su cabeza;

aquí, vienen aún dos ayes después

ncp~4.

3. · y ºsu rostro era como el sol, y

de estas cosas.

º.~'i.

1

i¡i2'

Psus pies como columnas de

f~e~o.

p cp.

1. 15.

2 Y tenía en su mano un libnto

13

Y el sexto ángel tocó la trom-

abierto; y puso su pié derecho so-

peta; y oí una voz de •los cuatro

•Ex. 3o. 3.

bre el mar, y el izquierdo sobre la

cuernos del ' altar de oro que es-

r cp.8.3.

tierra;

taba delante de Dios,

3

Y clamó con grande voz, como

14 Diciendo al sexto ángel que

cuando

un león ruge; y cuando

tenía

la

trompeta: Desata

los

hubo clamado, siete truenos ha-

cuatro ángeles que están atados

blaron sus voces.

'en el gran río Eufrates.

cp.

16. 1 2 •

4 Y cuando los siete truenos hu-

15 Y fueron desatados los cuatro

bieron hablado sus voces, yo iba

ángeles que estaban aparejados

á

escribir, y oí una voz del cielo

para la hora y día y mes y año, •

Dn. 12. 4.

que me decía:

'Sella las cosas que

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