CAPITULO XV
Huaina Kápac despachó un
mensaje
a lnka
Huáskar, poi
medio de
sus. chaskis
veloces,
llamándole
a Tumipampa, cu ,
los nob-les de su Consejo.
Los chaskis fueron i volvie–
ron con el mensaje de Huaiskar,
anunciando
su
pronta visita al
Emperador.
Los días pasaron,
i al fin·
al morir una tarde, la trompete–
ría imperial anunció que el here•
dero de T ahuantinsuyu se aproxi–
maba.
La Corte salió a recibirlo con
fiestas
i
regocijos. El pueblo en–
tero se vació
en la
comarca
i
dió un a1arido de adoración i
de
júbilo a la
presencia de Huás–
kar lnka.
Cantares i danzas precedie–
ron las andas
del heredero
de!
Imperio más 'grand_e del Univer-
so.
La fiesta fue general en T u•
mipampa i en
e1
palacio de Sa-
pan lnka .... . .. .
Los años habían trascurrido
i Huáskar era ahora uno de los
lnkas más hermosos, i su majes–
tad i elegancia
eran dignas del
futuro Monarca de T ahuantinsu–
yu.
De regular
i valiente entre
estatura, fuerte
valientes, tenía
el
rostro jovial, que el llautu
i
los pakus
i
la maskaipacha ama·
rilla, enmarcaba.n, dándoqe singu·
lar .
j~:.~ventud
i hermosura, que le
hacían atrayente i simpático.
Tenía toda
la generosidad
i mansedumbre de Sapan lnka,
i
su ánimo demostraba
cierta in–
dolencia, hija de
la vida apa_ci–
ble i faetuosa con que en Kosko
vivía.
Aquella I)oche
llevaba una
' túnica púrpura,
de complicados
dibujos,
entretejida
con finísi–
mos hilos
de
oro, que remataba
en riquísima flequería.
Como su padr.e, llevaba al
cuello un collar
de esmeraldas,
que s1:1jetaba en el pecho la ima•
gen del Sol, burilado en oro pu–
rísimo.
Las usutas polícromas, ribe–
teadas de oro
i adornadas con
piedras preciosas, estaban sujetas
con cintas de lana de alpaca, rj,.
beteadas de igual manera; cuyas
cintas daban artísticas vueltas al–
rededor de 1as piernas hasta so–
bre la pantorrilla.
Remataba el tocado un par
d:e plumas color de sangre, que
aumentaban la majestad i la
her-
mosura del príncipe ..... .
Entró con el atillo de leños
a
las espaldas, como todos los