202
J.
Imbelloni: Pachakuti IX
y un marco o cenefa que lo continuaba hacia fuera, lleno a su vez de textos
explicativos, en escritura latina.
~1
segundo, tercero
y
cuarto de estos
paños contenían en su parte 'pintada' los retratos de los reyes, cuyo total
era de doce
("desde el primero de los Ingas hasta Guasear, que fué el pos–
trero, fueron doce"
dice la probanza), es decir con la inclusión de Wáskar,
lo que hace verisímil que entras-en cuatro en cada paño. Sabemos con
certeza que tales retratos eran de los que nosotros llamamos 'bustos',
y
el documento 'bultos', refiriéndose al torso de los soberanos que se
exhibían en las ceremonias,
y
de acuerdo al uso que hicieron de esta pa–
labra la generalidad de los Cronistas. En torno al busto de cada soberano
estaba situada, en un medallón, su
Qoya
o mujer real, y otrosí los símbolos
del
ayllu
respectivo; en la cenefa en cambio, se registraba el historial,
"lo que sucedió en tiempo de cada uno de los I ngas".
Fra. 16- Ayar Manku Qhápaq, según el primer me–
dallón de la portada de
HERRERA
(ampliado).
Todos estos datos - que no son ciertamente de escaso valor - , dé–
janse deducir del texto de la probanza
y
constituyen para nosotros una
certeza inopugnable, pues no debemos olvidar que quienes la escribieron
tenían por delante los dichos paños
y
los habían sometido a minucioso
análisis,
"cada cosa por sí distintamente".
En cambio, tenemos que de–
plorar que este documento no contenga referencias positivas capaces de
resolver dos incógnitas de muy alto interés: ¿quiénes fueron los autores
materiales de los 'cuatro paños'?
y
¿con qué clase de medios técnicos se
encontraban representados sobre el paño los personajes
y
las escenas