SAQSAWAMAN. - El primer monumento de los paleo–
qheswas en el Cusco es
la
ciudadela de este nombre,
situada a manera de una Acrópolis al norte de la pobla–
ción. El aparejo de enormes monolitos no-isógonos de
la triple muralla conserva
la
técnica de los edificadores
de Tiyawanaku y Tampu. Los inkas reedificaron este
fuerte, construyendo los torreones o cubos de sillares
isógonos. Fueron también los que la emplearon exclusi–
vamente para fines militares, siendo así que en la vieja
edad qheswa, Saqsawaman era, más bien, un recinto
religioso, un primitivo lntiwasi o Casa del Sol.
HATUNRUMIYOQ. - El lienzo de pared de esta cons–
trucción presenta idénticas peculiaridades arquitectónicas
que Saqsawaman; corresponde, pues, a la misma etapa
histórica. En la parte superior de este muro podemos
notar la obra reconstructiva de los lnkas; ahí están los
sillares poliédrico-regulares.
ANDENES VARIOS. - Por dentro de las casas de las
calles de Suecia
y
del Portal de Carnes se distinguen
algunos restos de muros de contención de las terrazas
allí existentes, asimilables al estilo anterior. También los
de Santa Clara son de esta clase.
PIEDRAS AISLADAS. - En las esquinas de Santo Do–
mingo, Cabrakancha y Tullumayu encuéntrase frag–
mentos de pared megalítica. En excavaciones que se
verificaron en el atrio de la Catedral
y
en el interior
del lntiwasi (Convento de Santo Domingo) hallóse
monolitos análogos, bases de antiquísima construcción.
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