LA FUNDACION ESPAÑOLA DEL CUSCO
por
CARLOS
A.
ROMERO (
1941)
Dueños los españoles del Cusco, pronto comenzó su
vandálica destrucción en busca de tesoros. Después si–
guió la destrucción autorizada; los vecinos destruían los
edificios incaicos para construir sus casas, utilizando
en muchas ocasiones los mur0s de las antiguas construc–
ciones y las órdenes religiosas, los dominicos primero
y
los jesuítas después, obtuvieron cédulas reales, cuyos
originales existen en la Biblioteca Nacional para em–
plear piedras de la fortaleza de Saqsaywaman en la
construcción de sus iglesias. La ciudad sufrió desde su
principio muchas vicisitudes. De los muchos españoles
que se avecindaron en ella pronto la abandonaron bas–
tantes; unos para ir con Almagro a la conquista de sus
gobernación de la Nueva Toledo, esto es, Chile, y otros
porque vinieron a la costa con Pizarro cuando la funda–
ción de la capital en el pueblo de Lima. Además, no
fueron pocos los españoles que sucumbieron en los com–
bates con los indios durante los largos meses del sitio
que les puso el Inka rebelde Manku; y los que murie–
ron en la guerra civil entre Pizarro y Almagro por la
posesión del Cusco, que el Mariscal reclamaba como
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