EL CUSCO. DESCRIPCION DE LA CIUDAD
por
CoNcoLoRcoRvo ( 1773 )'
Los criollos naturales decimos Qosqo . . .
Nadie duda que los sitios altos son más sanos que los
bajos, y aunque
el
Cusco rigurosamente no está en sitio
muy elevado, domina toda la campaña, que se inunda en
tiempo de lluvias. La desigualdad del sitio en una media
ladera, da lugar a que desciendan las aguas y limpien
la ciudad de las inmundicias de hombres y bestias, que
se juntan en los watanayes, calles y plazuelas. Los mu–
chos materiales que tení an los indios en templos y casas,
no se podían aprovechar en Andahuaylillas, sin mucho
costo y perdiéndose al mismo tiempo varios cimientos
y
trozos considerables de paredes, como se ven en las es–
trechas calles, que regularmente serí an así todas las de
mis antepasados, como lo fueron las de todas las demás
naciones del mundo antiguo. Si esta gran ciudad se hu–
biera establecido en Andahuaylillas u otro campo inme–
diato, además del sumo gasto que hubieran hecho los
primeros pobladores en la conducción de materiales y
diformes piedras que labraron los indios, se harían inha–
bitables en el espacio de diez años. El Cusco mantiene
más de dos mil bestias diariamente, con desperdicio de
la mitad de lo que comen, porque caballos y mulas pisan
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