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cer inauditas dificultades, luchar no solamente contra la
naturaleza y el indig.ena, sino también contra sus propios
compatriotas, intrigantes y envidiosos.
Fué
sólo
d~spués
d·e
la
· ter·c~ra
tentativa
y
tras toda clas·e
de
experiencias trági–
cas .cuando Piza.rro
ll~gó
a Túmbez . La mayor parte de
ellos
tuvieron
qu~
soportar grandes sufrimi-entos: recordemos la
expedici-ón
de
P:a~.cual
de Andagoya a las costas de Coloin–
bia
(~),
la
de Alvarado a través de las selvas ecuatorianas,
la de Bahía
de
C.a:raques en Riobamba
(2),
la
de
q.onzalo
· Pizarro
a
las selvas vírgenes del ori-ente e
.cuatoriaz:l.O,la de
Almagro al desierto de Atacama, ·en Chile
(3).
Tales hom–
bres, duros para los o,tros com·o para si mismos, no retroee–
ciian ant-e nada,
y
cuando
se
·encontraban finaln1ent·e ante
las riqueza
·nvadia una verdadera embriaguez
y pe]}dian t
control (
4 .
El
reS' lt
der nada
tariament
•
excesiv-as
de
las
minas,
, provocaron
n
.espoblaci6n. Nada más triste que
la lectura de ·ciertos ·capítulos de Ci·eza de León, describien-
(1) "Noticias biográ.nca.s del adelantado !P81SCual de Andagoy·a". Anó–
nimo, ob. cit. p.
552.
·
(2)
l\4arshall Savllle,
uA
letter of Pedro de Alvarado, relating to his
expedition to Ecuador".
Nueva York, 1917.
-
(3)
Oviedo
y
Valdés, "Historia Generail", ·t.
4,
lib.
XLVII.-
Herrera
"Historia General", dec .
5, 11b.
1
o,
cap .
2 .
(4) ·
Para Juan Nuix,
dadas
las tentaciones a que estuvi·eron sometidos
los conquistadores, es notable que 'los desórdenes no hayan sido peores
e'RefJexiones imparciales sobre la humanidad de los espa.:fíoles en
las
Indias". Madrid, 1782, p. 225).
.
(5) Nicholson escribe: "El apor-te de 1843 ideas de ·valor de cambio (en
el Perú) fué algo
.8lSÍ
como la introducción en un pueblo primitivo de
una ·enfermedad de la que
las
naciones civilizadas no sufren ya, 1nmuni-
. zad.a.s
por una habituación · prolongada"
(uThe revival of marxism",
ob.
cit., p. 67). Esto no es exacto; pues, como lo hemos visto; existía un sis-
tema de trueque
y
de mone,da.
.
(6)
Las
-luchas entre conquistadores po;r la
reivh:~d.1cación
de tierras
atribuidas, por la -corona y- cuyos límites eran fomosamente muy incier–
tos, "ya que el poder central -ignoraba su situación
geográfica
exacta, son
unas de las páginas. más extraordinarias de la hlst?ria del munao.
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