L
o
tr
!
S
A
·ü
í>
t
elevaron muros
de
so.stén en el flanco de las ·Colinas, exca–
varon la
roe~, ~canalizaron
las aguas de las v.erti·entes, cons–
truyeron calzadas t ·erraplenadas en .las regiones húmedas.
Las ·carreteras que trazaban ·eran verdaderam·ente esos "mo–
num,entos de la obedi·encia y de la industria humanas" de
que habla
Voltair~e
(1).
Ellas iban franqueando, tan derecho
1
•
como era posible, los obstáculos, ·más bi·en que tratando
de
evitarlos, escalando las montañas con grandes escaleras;
por-que, .¿para -qué ingeniarse por obtener· declives suaves
cuando la rueda ·es desconocida, y lo
importante ~
'tanto para
los soldados -como para los correos, no es
ir
rápido?
~2).
En
la si-erra ·eran ·construídas de
pirca
(
3) .;
en
las
regiones
f.értíles ·estaba, ...
~
.......
que los
campos ·
,e
cho
en l
galopar
(1)
"E
s "
sur Ze moeurs
,
t. 2, cap .
e
.
Jerez- pueden
(2) "L
camt ,
1
S!j:ardins,
corren por las
pendienj¡e.s más
em-
pinadas
y
no son utilizables- a menudo sino para los peatones''
(uLe
Pérou
avant la .conquete espagnole",
p.
165),
¡y con razón! Ricardo Cappa va
·, más lejos en sus "Estudios críticos acerca. de la dominación espafiola en
América". ¡9onsidera excesiva la ·admiración
m~nifestada
por los cronistas
españoles sobre los caminos peruanos, pretextando que las escaleras mo–
lestaban la marcha dE: los caballos!
(De
la Riva-Agüero, "Ex'amen de los
Comentarios"; ob . cit.).
(3) Hem-os indicado ya la composición de J..a
pirca .
Velasco, hablando
de los restes de un <:amino
qu~
vió en -Ecuador, se ex.presa
a.si:
"Lo
que
yo admiraba, so,bre todo, es ·que lo.s· torrentes de ·agua que descienden de ·
las cimas en la época de las 11uvias habian roi.sto di!fer·entes partes del
terre~o
situad-as debajo de la vía, permaneciendo la calzada en el aire,
como un puente muy sólido de una sola piedra, tan grande era la fuerza
·de esa m·ezcla" ("Historia", t. ·2, p.
59).
Esta.s hermosas vías han tenido
sus detractores: "Los grandes
c~mlnos
.del Perú, dice el abate Raynal,
eran solamente dos filas de estacas plantadas a cuerda y destinadas única–
mente a guiar a los viajeros. Sólo el .que llevaba el nombre de los incas y que
atravesa~Qa
todo el imperio teni&. un sello de grandeza"
("Histoire
philo–
sophique",
t.
2,
p .
147).
(4) "Verdadera Rela ción", p.
32-6.-
Wiener,
"Pérou et Bolivie",
p.
556.–
Beuohat,
,;Manuel",
p.
649 .
Los muros laterales habfan · sido construidos
especialmente "2 leguas anrtes de la entrad·a de cada
vaJ.ley 2 leguas
despfiés de la salida", para canalizar las tropas. (C. de MoUna. "Rela-ción
de la Conquista", p. · 128) .
- 314- .