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da animando el baile callejero y rematan do con la quema de
cohetes
y
camaretazos.
Más o menos a las ocho a. m., se realiza la misa solemn e
con arreglo y engalanamiento del t emplo interior y exterior–
mente; después
de
la misa se revientan cohetes
y
se elevan
globos de papel. I nmediatamente las person as que van a to–
mar parte en la AdoraCión, se dirigen a la casa del mayor–
domo a comer el sabroso mondongo, participando también
los comprometidos. Mientras tanto en el atrio de la plaza
principal, de la Iglesia
Mat~·íz,
se levanta un procenio que re–
presenta el Pallj,cio de Herodes (en la ciudad de Jerusalén·,
y en el a trio de San Francisco también·se levanta otro proce–
nio representando la Gruta de' Belén , donde se coloca, en un
tron o delicadamente an<eglado, a la Sagrada Familia: la Vir–
gen, San José y el Nifio Ojje (Niño de ojos azules), en Ja puer–
ta de la Iglesia de Santo Domingo también se colocan tablar
dillos para el primer descanso de los Reyes, y en la puerta
de la capilla de los Dolores para el segundo descanso, donde
levantan sus tiendas y que representa el palacio de David.
A las doce del día, más o menos, de la casa del May01-
.domo sale la comitiva que lleva la ropa de 1los tres reyes
y
sus
caballos, a la plazoleta de "Yananaco". Los caballos están
perfectamente apareados con monturas y jatos chapeados
dM
plata, etc., que proporcionan personas especialmente compro–
metidas. Una vez en la plazoleta, los tres Reyes se visten en
una de las casas designadas de antemano, y luego
comienz~,
la marcha hacia la ciudad, acompañados de su comitiva (es–
clavos negros con sus llamas ataviadas que representan ca–
mellos, llevando las ofrendas, etc.), la banda de "cachimbos"
y la multitud de curiosos que van engrosando sus filas a me–
dida que avanzan. En cada esquina, los Reyes pronunci::.n
sendos discursos, discutiendo el motivo del viaje en busca
del Mesías.
Desde el puente de Yananaco comienzan los discursos,
principiando el Rey blanco y alternándose sucesivamente er.–
t re el Rey indio y el Rey negro:
~Oís
estimables compañeros esa música campestre?