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"LLAPCH,AY"
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Si un indígena siente un malestar en el cuerpo, cree
que es "llapchay", es decir, que le ha agarrado ia "tierra
por haber sufrido quiz'ás una caída o por haber dormido cer–
ca a un "puquio"; los fanÍiliares y parientes llaman entonces a
su médico, que en este caso es, por supuesto, un bruje - curan–
dero. Este, después de preg·untar al enfermo, qué parte del ,
cuerpo es lo que siente más, dice: hay que hacer el "uyhua–
chi'~,
es decir: hay que pasarle el cuerpo con un conejo si el
enfermo es hombre o con un cuye hembra, si es mujer. El
curandero sostiene el conejo vivo, y, si el enférmo le ha dicho
por ejemplo, que por el lado de la cintura izquierda, siente
el dolor, entonces comienza a pasarle p0r las extremidades
inferiores cuidando de que debe dar muerte al animal al lle–
gar a la cintura izquierda. Y, cual uh radiólogo que estudia
las manchas que le revelan la plancha, así el brujo-curan–
dero, abriendo el vientre del animal investiga órgano .por
órgano rociando vinagre y un polvito blanco. Si están fres–
cos 'e íntegros sabe que va a vivir y si a lguno está "chamusca–
do" hay el peligro de que muera. Con una preparación de ro–
sa blanca, maíz y nuez moscada molidos embuten al animal y
lo cosen y envuelto
y
amarrado con trapos lo tapan con una
tinaja para que al segundo día lo quemen en el corral cuidan–
do que no salga de su envoltura, porque si es agarrado por el
aire es seg·uro que el enfermo comienza a hincharse para lue–
go dejar de existir. ·
El brujo para curar pide coca, cigarros, aguardiente, pan,–
siete pares de maíz chullpi, siete pares de maíz color plomo, y
por consiguiente cinco o diez soles, según las posibilidades ec;–
nómicas; todo esto va a
~ervir
-dice- para pagar a "Pacha–
mama". En efecto, se dirige ai sitio donde más o menos le han
dicho que pudo haber sufrido .la caída, debe llegar a media