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lidez, cefalalgia, insomnio, y excitación. A causa del grattage,
su
cuerpo, se transformó pronto en una llaga viva.
Estuvo postrado en cama 20 días, curándose con medicinas ca–
seras. Poco a poco fueron secándose las lesiones, bajo una gruesa
capa de costras, que se despegaban con suma dificultad. Después
notó la formación de escamas furfuráceas en la cara donde la epi–
dermis se había conservado más o menos sana. Esta epidermis caía
como una caspa a la menor · frotación. En las demás partes del
cuerpo observó idénticos fenómenos.
Al
examinarle después de un
mes,
es decir el 20 de abril, se
descubren en todo el cuerpo
y
sobre todo en la región del antebrazo,
manchas pardas intensamente pigmentadas, producidas por las ve–
sículas
y
flictenas purulentas. Tienen distintas dimensiones, llegan–
do algunas al tamaño de una moneda de cinco cts. Otras son más
pequeñas. El contorno
es
redondo u ovalado, y a veces, por la con–
fluencia de dos o más elementos, se muestra festoneado. No :Qay
ganglios.
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ncuentra sano, sin embargo, no ha podido
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Observación N
9
12:
C. M., Sala 11 del Hospital Mixto, cama 14.
El 14 de diciembre del año 1927 se frotan el antebrazo
y
el brazo
derechos con hojas frescas de quebracho colorado, algunos meses
después de su floración. A las 4 de la mañana del día siguiente
se despertó la enferma a causa del prurito que sentía en el lugar
de la frotación. Dicho prurito fué acentuándose hasta constituir un
martirio por su tenacidad. Observó luego que se le formaban en el
sitio de la lesión unos botones papulosos, constituídos a su vez por
la unión de varios elementos más pequeños. La efloración duró tres
horas. Luego desaparecieron dejando el brazo
y
el antebrazo calien–
tes, dolorosos y pesados. Examino a la enferma a las 8 de la ma–
ñana, es decir 22 horas después, encontrándola excitada por el in–
somnio y el prurito. La temperatura era de
37°2.
El prurito conti–
nuaba aunque no tan intenso. El aspecto del sitio de la lesión es
característico: edema, rubicundez,
y
al tacto, sensación de aspereza