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de la floración. Del
15
al 23 no se observa ninguna noY d d. P ro
a partir de este día, la enferma es presa de un inten o prurito n
la región frotada que se acompaña, además d un
n ación d
calor, síntomas éstos que se intensifican luego, al ropio
ti
mpo
que se observa en ambas rodillas un pequeño edema obre la b
de un eritema. No hay ningún otro signo general. La enferma al
poco tiempo se encuentra sana, conservando en las part s frotadas
rastros de una descamación furfurácea, apenas perceptible.
Observación N{J 15:
A. F. G., sala II, cama 20. Previa limpieza
con alcohol, el
15
de diciembre de
1927
procedemos a frotarle su
antebrazo izquierdo con hojas frescas de quebracho colorado, al–
gunos meses después de la floración. Se la observa durante algunos
días sin resultado.
Observación N{J 16:
J.
R., sala II, cama
12.
Iniciamos la frota–
ción el día
7
de enero de
1928.
El
9
la enferma se queja de prurito
en la . eg1on ro a a, n tándose además, la formación de un eri-
.
.
.
.
,.,
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tema
OJO WIVO
cuya
e pequenas papu-
las. L le
desaparecer. Seis
días d sp
lpleno período aesca-
mativo
Obse
I
el día
16
de febrero
de
192
por la mañana frotamos a-mbas piernas con hojas frescas
de quebracho colorado antes de la floración, produciéndose el
17
por la tarde un eritema rosado muy pruriginoso. A la mañana si–
guiente se notan con mayor evidencia unas eflorescencias papulosas,
pequeñas en 'relieve, que dan al tacto una impresión de granulosi–
dad característica. En los días sucesivos todo continúa en la misma
forma. Las piernas son rosadas, granulosas; hay también un poco
de edema difuso, elástico, que no deja godet. El prurito es intenso
por las noches, lo que la obliga a pasar en vela gran parte de las
horas, rascándose. Una semana después la lesión se calma. Los sig–
nos subjetivos entran en período de calma. Las pápulas regresan
y
la descamación se hace evidente.