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por el edema y por unas manchas rojas que se extendieron proO're–
sivamente. Algunos días después notó la aparición de pequ ñas
ampollas llenas de una serosidad transparente que se hizo purulen–
ta al final de la primera semana. Tuvo fiebre, cefalalgia
y
prurito
durante toda su enfermedad.
OBSERVACIONES PERSONALES
Observación
N
9
4: S. T., de 7 años de edad, sin antecedentes de
importancia. Viene acompañada de su madre, quien refiere que su
hija, jugando con una compañera, fué tocada en las piernas con
una ramita de quebracho colorado. A las pocas horas de este suceso,
un violento prurito la obligó a rascarse con frenesí notando en la
región de su asiento, una zona roja y ardiente, que había aumentado
de tamaño -infiltración edematosa- y que al tacto se presentaba
t;H-ibél-(;UJ:i:Jkl--üf:l-bli:JrL!el de lija. Al siguiente día, la infiltración
persistía ,
al!Ji n
• a a ecido además un sinfín
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el
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lfiler, que au-
e sintió sin fuer-
zas, ra ón
e dos días la exa-
minam s e
0
8. Pulso: 86. La
pierna
i
sobre todo en el
punto d
a es1on pr1
elástica.
Hay a gllll':
ng
' os
en la región crural del mismo lado; gan-
glios duros, dolorosos
y
movibles. En la pierna derecha, edema.
Muslos, sin novedad aparente en cuanto a infiltración
y
color,
aunque dando la sensación de pesadez. La piel de la cara del vientre
y
del brazo izquierdo un poco áspera
y
con marcas del rascado.
Idénticas lesiones en los genitales externos, donde e1 prurito fué
también intenso.
Circunscribiéndonos al lugar de la lesión primitiva, notamos:
piel tensa, de color rojo pardo presentando al tacto una aspereza
particular. No se observan sino muy escasas vesículas llenas de una
serosidad latescente. La infiltración del dermis es intensa. Continúa
el prurito aunque no tan acentuado. El sudor, ·el calor
y
el '' gra–
ttaga'' lo avivan, produciéndole entonces un ardor de quemadura,
En ciertas regiones, cara externa de pierna izquierda, vientre, cara
y
brazo izquierdo, se nota una descamación furfurácea. Esta des-