Previous Page  801 / 816 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 801 / 816 Next Page
Page Background

[571-. ' 574]

y empezó a adorair a Diios en haoimeruto de gracias por haber–

la l!i.brado de su ímproba resolución por medfo de aqueµa es–

tupenda visión.

[571]

Grabadas, pues, estas impresiones,

aun despierta le pairecia seguir viéndc:Ylas.

Así

Ja~

cosas, fué a visitar a un Padre Dominico con

á!Ili–

mo

de

confe.5a.II

' su pecado

y

de exponerle deibenidarrrente toda

.su s!i.tuación. Este padre, después de habeTile dado

¡~

absoJ:u–

oión,

la

amonestó de esta forma: "Guarda<rás en tu -rulma ·

,, los misterios de Dios

yr.a

éstos rendirás culto";

[572]

y des–

>bpués de 'entregarla un rosario de Nuestra Señora parra. que lo

rezaira, agregó : "Esto has de gururdatlo debajo del rulmo–

ha:dón de tu marido,

y

tú, por tu parte, rogarás mucho a ?Jios ·

por él, pidiendo aJl Señor le dé su gracia y su

ayuda

a fin de

·que no pierda su aJma." Ya de vuelta de su

visii.ta

ail

Padre Do_

mimco, 3Jlegire y srutisfecha, empezó a rogaT a Dios ta1 como

eil

Padre se lo había enca.rgado.

[573]

A la semana segun–

da, después de haber guardado el rosario debajo del cojín de

su marido, él, desde el principio de la noche, empezó a temblar,

y

ya durante toda ella estuvo muy compungido, acordándose

de sus pecados

y

encareciéndole a su mujer que pidiera al

Se–

ñor en sus oraciones compasión para él. A la noche siguiente,

estando profundamente dormido, le pareció ser interrogado en

presencia del S·eñor. Permaneció en vigilia, sin lograr, a causa

del temor, conciliar el sueño,

y

entre gemidos y famentos pasó

toda [•a noche hasta la mafrana siguiente, solici'bam..do ail pro–

pio tiempo el perdón de su esposa

y

haciendo firmes protes–

tas

de eil!IDendairse en lo sucesivo y cambi1aT de costumbres.

[574]

A [a tercera noche de haber sido colocado el rosario

bajo su almohada, fué · llevooo en espíritu (como antes su

mujer) a los infiernos, donde vió los tarmenitos de fos adú1te–

ros y

el

que le estaba reservado a él, a vista de

lo

cuiail, sobre–

cogido de miedo, se creía a sí propio muerto en vida. IDnton-

777