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Fig. 25.
En la adjunta figura hay un hechicero que chupa la rodilla de un enfermo
para extraer el
quid maligno
de la medicina mágica. Dicho enfermo está con los
miembros inferiores encogidos, probablemente por algún proceso
reumático o
de parálisis (paraplejía?) Dice el autor: "otros hechiceros hablaban con los demo–
nios y chupan y dicen que sacan enfermedades del cuerpo y que saca plata o piedra
o palillos o guzanos o zajo o paxa mays del cuerpo de los hombres y de mugeres -·
estos son falsos hechizeros engaña a los yñs y al demonio ... . .. ''
La psicoterapia, ha existido desde los tiempos más remotos. Los repre–
sentantes del arte de curar entre los incas, araucanos o aztecas, procuraban darle
un viso de teatralidad y de fuerza mágica a todas sus curaciones. Sólo así se ex–
plica las numerosas curas, tituladas milagrosas, por el gran poder de sugestión
que ejercitaban los curanderos indios, en pueblos dominados, como están los pri–
mitivos, por la superstición y por la angustia.
¿No es, nos preguntamos, una medida psicoterápica, aquel rito de la con–
fe ión general que hacían los indios e incluso el Inca ante el ichuri?. Esta con fe-