ESTUDIOS INCAICOS
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ceadores) , mataban a las fieras. Luego los
sipitiy
(laceadores) y los
lihuiy
(boleadores) , tumhaban
a los
huanacus
y
vicuiias.
Comenzaba la seleccion
de los que habian de morir y de los que, una vez
trasquilados, quedarian libres nuevamente.
En ocasiones, alguna
vicuiia,
animal agilisimo,
conseguia romper el circulo humano y huir. Des–
tacibanse, entonces, los
cahuanas,
habiles rastrea–
dores que no perdian
la
huella y la perseguian
hasta cansarla y cogerla.
El numero de los venados, corzos y gamos,
y
del ganado mayor que llaman
huanacu
-
dice el
inca Garcilaso de la Vega -, que es de lana
basta, y de otro que Haman
vicuiia,
que es menor
de cuerpo, y de lana finisima, era muy grande,
que mochas veces,
y
segun que las tierras eran unas
de mas caza que otras, pasaban de veinte, treinta
y
cuarenta mil cabezas, cosa hermosa de ver y de
mucho regocijo".
Y se plafie el inca:
"Esto habia entonces; ahora digan los presentes
el numero de las que se ban escapado del estrago
y desperdicio de los arcabuces, pues apenas se ha–
llan ya
huanacus
y
vicuiias,
sino donde ellos no
ban podido llegar"
(1) •
No se puede exigir que el conquistador hispano
pudiese comprender el respeto que todo ser vivien–
te merece al hombre. La epoca era muy. barbara,
( 1)
Comentarios Reales.
Libro VI, cap. VI.