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E RNESTO MOR A LE S
diciendo que para el Hacedor.
Majer se llama,
pues bien yo te invoco.
dQuien eres?
dY cucil eres tu?
dQue dices?
Habla
pu.es,ya.
SITUACI6N DE LOS HIMNOS EN EL FOLKLORE
INCAICO
No es macho lo que ha quedado de
la
literatu–
ra que di6 el
Runa-simi
(lengua oficial del im–
perio). Esta el drama
Ollantay,
de discutible au–
tenticidad
y
atribuido al padre Antonio Valdez,
espaiiol, aun c;uando por el mismo Pachacuti se
sabe que se cultivaba el gfoero teatral entre los
incas. Da el, por lo menos, los nombres de los
distintos gfoeros cultivados:
Anay Sauca
(come–
dia),
Hayachuca, Llama-llama
(farsa)
y
Hanam–
si
(
tragedia) •
Esta el aporte de las canciones que da Hua–
man Poma: un canto de cosecha, otro de caza,
uno amoroso y uno que se supone entona un con–
denado a muerte, curioso documento para apreciar
una faz del espiritu indigena: la del estoicismo.
El doctor Justiniani, gran erudito, desc.ubri6
otros
y
se los facilit6
a
Markham, que aseguraba
poseer "copia de veinte cantares de la colecci6n del