Table of Contents Table of Contents
Previous Page  18 / 210 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 18 / 210 Next Page
Page Background

14

ERNESTO MORALES

hermosa

y

discreta Chuqui-llantu, iiusta, hija del

Sol.

El titulo denota intervencion espafiola, y a fe

que, por su galana frescura y agilidad de concep–

cion, podria figurar entre las novelas picarescas de

las bellas letras peninsulares. Hela aqui:

Hallabase el pastor Acoya-napa entre las sie–

rras, guardando las

llamas

blancas de los sacrifi–

cios. Era un mozo fornido y hello. Por disminuir

las boras, tocaba su

quena,

dulcemente despreocu–

pado. Atraidas por su melancolico sonido, Chu–

qui-llantu y otra compaiiera, virgenes del Sol,

acerdronse al sitio donde tocaba Acoya-napa.

Eran ellas, virgenes de una casa de provincias; por

lo tanto, no de sangre real,

y

si babian sido esco–

gidas, lo fueron por su singular hermosura. Como

se ve, el reglamento de reclusion de estas casas no

seria tan riguroso como las leyes lo clan a enten–

der, ya que las virgenes podian

~alir

a pasear de

dia, aunque

c.on

la consigna de regresar antes de la

noche.

Qued6 el pastor maravillado de ver dos jovenes

tan bellas junto a

et,

y cayo de rodillas creyendo

que fueran seres sobrenaturales. Cbuqui-llantu, a

quien tambien habia impresionado la viril apostu–

ra del pastor, enterole de quienes eran y lo indujo

a que siguiese tocando su

quena.

Luego, en conver–

saciones, pasaron ambas buen tiempo con el, hasta

que les llego la bora de regresar.

En las casas de las virgenes babia viejos que

servian de guardas, porteros y serenos: los

puncu-