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El 8 de octubre del mismo año (de 1549) - de–
jando a su maestre de campo Juan de Santa Cruz
para que le reclutase más gente, y con el1a lo alcan–
zase - , partió Núñez de Prado, tumbo a Tucumán.
Entró a
J
njuy por la Puna, transitando el
caniino
del
lnca;
y, por é.ste sin duda, fué a dar en los valles
Oal~haq
ní es, donde se le incorporó con los
~uyos
Ardiles, 'a quie.n por medio de algunos
yancwonas
hizo llamar
y
venir de
Homaguaca'
-
nos dice I..ioza–
no. Así llegó a
Ohicoana,
pueblo de pulares, si–
tuado t?ntre Oachi y Molinos, como ya
hem~s
visto.
Desde Ohic"oana, más o
meno~,
dispuso
,N
úñez de
Prado que el incansable Ardiles, con 12 soldados
y
unos..cuantos indios, _tornase ·a Ohuquisaca ,'por cier–
tos negocios', mientras él, con sólo sese.nta hom–
bres', continuaba su camino adelante. Y siguiendo,
en nuestro entender, la misma ruta probable (que
ya hemos mencionado) seguida por don Diego
ge
Rojas, andando hacia el sur fué a salir a los llanos
tucumanos cerca del Pueblo Viejo, en MonteroS' ac–
tual. Era a' mediados del año siguiente (1550 ), cuan–
do «arribó al famoso pueblo ·o.-e
Tiwmanahaho,
donde
también se había, antes, hospedado la gente de la ,;
entrctdci
de Diego de Rojas» (
Loza.no,
op.,
t.
IV,
pág.
113)
(41).
En
Tu01nanaha,ho
quiso Núñez de Prado esperar
a Miguel de Ardiles y la demás gente que le pudie–
ran traer, y «se determinó - dice el Padre Lózano
- a dar principio
a·la primera poblcwión,
aunque con
ánimo de trasladarla a sitio más cómodo en_ regís-