- 119 -
ron en la expedición de Núñez de Prado a Tncumán.
De éstos, la mayoría se establecieron en el país y
dejaron descendencia. Tiene, pues, su interés
y
su
importancia la cita de sus nombres.
El mismo cronist.a nos da los sigu1entes:
Alonso Abad, Pedro Albañes, JYliguel de Ardiles,
Alonso Martín ele Arroyo, Rodrigo ele Ábalos, Fran–
cisco de Baldenebro, Balt.asar de Barrionuevo, Mel–
chor Basurco, Juan Gregorio Bazá.n, Juan Bautista
Bernio, Santos Blásquez (o Velásquez), Juan Cabe–
llo, Pedro de Cáceres, Nicolás Carrjzo, Francisco de
Castañeda, Alonso de Contreras, Diego Díaz, Alon–
so Díaz Caballero, Pedro Díaz de Figueroa, Juan
Fernández de San Pedro, Luis de Gamboa, Gaspar
García, Pascual García> Pedro de Giménez, Luis
Gómez, Francisco González, Hernán González, Cris–
tóbal Guerra, Juan Gutiérrez, Ginés de Herrera,
Juan Hurtado, Cristóbal Infante, BartoloméJaymes,
Hernando de J_¡eón, Pedro López Centeno, Her:r;ian–
do López Palomino, Alonso
L~pez
de Rivacleneira,
Lorenzo Agustín de Maldonado, Bartolomé de Man–
silla, Manuel Martín, Andrés Martínez de Saavedra,
Andrés Martínez de Zavala., Sebastián Mateos, Her–
nán Mejía de Mirabal, Juan Mejía. de Miraba], Her–
nán Mejíª VilJalobos, Jua1n Méndez de
G1~evara,
Juan de l\'.lendoza, Juan Montañes, Sebastián de
Nuedas, Juan Núñez Gá1vez, Juan Núñez Juárez,
Alonso de Orduña, Rafael de Palomares, Rodrigo
de Palos, Cristóbal Pereira, Juan Pérez Bautista,
Juan Pérez Moreno, Alonso Pizarro, Mateo Pizarro,