- 122 -
donado, Méndez, Núñez, Pereira, Sal zar, Sáncll z
Sosa, Torres, Vá quez, etc.
1
que hoy todo
e
n -
cernos.
Ma.s, todos por igual , según nuestro cronis·
·~ ,
«pa–
decjeron en adelante mucha hambre, deznudez,
fríos
y
miserias, de manera
q
ne llegó tiempo en que les
fué forzoso vestirse de cueros de venados sin géne–
ro alguno de capa., porque les faltó totalmente ropa
y estaban tan yiejos y rotos los vestidos con que
entraron, que de vergüenza no se los ponían ...
»
Pe–
ro, lo que más admira es - nos dice - «que habien–
do sufrido tanto estos campeones españoles, pade–
cido continuos riesgos de la vida, por caminos nunca
vistos ni usados, por tierras montuosas, ásperas
y
fra.gosísimas, con sobresaltos continuos, con vigilias
incesantes, sin soltar
a
veces por muchos días
las
armas
de las manos, transidos de hambre, expues–
tos a rígidas inclemencias de lluvias, o nieves, o so–
les ardentísimos, con poco o ningún, reparo, sin
em–
bargo, muchos de ellos llegaron a
~:nuy
avanzada
edad,
y
aún hubo quien, como Juan Pérez Moreno,
pasó de los cien años, viendo gozosos el fruto de sus
trabajos, fatigas, desvelos,- sudores
y
sangre
derra- /
mada en servicio de Dios
y
de sn Rey»
(op.,
t.
IV,
págs.
1q7-108).
Entre los expedicionarios venía uno, que
no
era
español: Pedro
Albañes,
que, al decir ele Lozano,
era griego. De modo, pues, que por un raro azar,
Grecia estuvo tambjén representada en la primera
expedición conquistadora que llegó a Tucum{tn...
.r
<