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Probablemente pisando sus buella.s
siempre según Lozano, - volvieron ' a la
pr
vin ia
de los di aguitas
(39),
que descubrieron Gutiérr z
y
Rojas', esto es a
Oapayán)
de Cata.marca, hasta que
al :fin 'cayeron a la jurisdicción de San Miguel de
Tucumán' donde 'acordó Heredia hacer alto
y
pa–
rar algún tiempo'.
La parada debió ser en las inmedi aciones de don–
de salieron al principio, es decir cerca de
lld onteros
a0tual. De allí, siempre en busca de 'bastimentos ' ,
-determinaron seguir adelante por el llano, llegaron
a la 'provincia de los
litles'
y, pasando indudable–
mente por las cercanías ele
nues~ra
ciudad de Tucu–
mán se dirigieron al noroeste. Pasaron 1as sierras,
'salieron a los llanos de ·
Salta')
y por el valle de
Humahuaca
volvieron al Alto Perú...
(40).
Era esto
a mediados de
1546.
16.
Conclusión.
-
Éste
e~,
en síntesis, el
rela.toC'-de la famosa '
entrada
de Diego de Rojas') de la
(entrada
del Río de la Plata', o simplemente de
la
'entrcidci
',
como sus contemporáneos la llamaban.
Como se habrá visto, dicha expeclictón tiene el mé–
rito indiscütible de haber descubierto
y
explorado,
de punta a punta,
todo el Tiwunián...
Pero
no Uene ma–
yor consecuencia his"tóricci en la conquista y posesión
españolas
de este territorio,
ya
que sólo fné
un trán–
sito ...
. César, Almagro
y
Rojas, en orden de importancia
creciente, fueron tan sólo
precursores de la historia