EN AL TIERRA DE LOS
JNCAS
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ristre, decidi6 la batalla en favor de los españoles
y
extirpó
para siempre el poder de
lo~-1
Incas.
.
En toda esta eRtrechu. lengua de tierra. encontramos to–
davía evidencias de la grandeza de los Incas comprobada
por su arquitectura. Las calles de la ciudarl nueva están
casi todas delineadaR por grandes secciones de muros de pie–
dra primorosamente laut·ada
y
juntada con precisión no su–
perada en ninguna de las construcciones de G·1·ecia o Roma,
que el arte moderno púede emular pero no
avent~jar. Lu~
muros del Templo del Sol, del Convento de las Vestales, de
los palacios Je los Yupa.nquis, de Viracocha, de Huayna ,
Ccapac, de Inca Roka y fracciones del palacio atribuído al
primer· Inca, se conse¡·van todavía
y
ju$t.ifican las más ex–
tl'a.vagant~s
alaba-nzas de Garcilaso
y
1le loR antiguos cro–
nistas sobre el arte de los ant.ignos constructure!'S. Pero aun
donde
AStOF~
mur·o¡;; han desap
arecido y las piedras que los
formaban han t:!idn
empleada!-~
pa.raotros edificios, encon–
tramos todadn las an tigna!'l portadas que los constructo–
res modet·no.
.; con1-1enraron y podAmos por ellas
determ~nar
los
line~:~.rni1mtos g~nerales
dp la ciudad aborigen. ·
1<";1
centro de la ciud:-tq
fu~
el Huacapata
(1)
o gran pla–
za pública, que ho.v está pcupada en parte, como se ha di–
cho, por la plaza principal moderna. No
t.>bstante, la anti–
gua pla:r,a se extendía a
otro lado del Huatanay y com–
prendía lo que es hoy la pla za-rlel Cabildo y el Mea cubier–
t
a por el gt·npo de casas sitnadas entre la plrtza
y
la iglesia
y
conver.tode la Me1·ced. 9ebo mencion,tr aquí que ambos ·
rí
osHuatanay
y
Rodadero estaban canalizados con muros
de piedra labrada, con escd-lArasaintervalos, 11ue descendían
hasta el agua y constreñidos en estrechos cauces; con puen–
tes de un 2olo tablón de piedra, o formados de piedras em–
potradas en cada lado
y
unidas por una piedr·a lare:a que
pasaba de un lado a otro.(2).
Edificado el Cuzco sobre declives más o menos abrup–
tos, los arquitectos antiguos se vieron obligados
a.
cons–
truir un primoroso sistema de terrazas para obtener planos
horizontales para ·sus Pdificios. Las caras
d~
estas terrazas
eran parades ligeramente inclinadas hacia adentro y unifor–
memente de la clase llamarla "cíclópea", es decir, compues–
tas de piedras de tamaño irregular
y
de todas las formas
(1).-Podría interpretrwse tal vez
Pan-theón,
o templo
~e
t
odos losdioses, que para los buscadores
de
semeyanzas, daría otro punto
de
com.pa–raci6n con Roma.-N. del T.
(2).-De este último tipo es el puente
de
Santa
1'e~·esa,
destinado
a.
desa–
parece?' con el abovedamiento que se va llevando a
cabo.~N.
del
T.