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, EXPLORACIÓN E INCIDENTES DE VIAJE
de los edificios del Cuzco. Al desvirtuar así perentoria–
mente las leyendas
y
especulaciones sobre alg-ún cemento
maravillosamente adhesivu y casi impalpable que se dice
era empleado por los Incas,
y
el secreto de cuya composi–
ción se ha perdido, estoy enteramente seg·uro de la respon–
sabilidad que asumo. Nadie ha im·estigtulo ni ha podido
investigar mejor que yo esta debatida cuestión. Y digo co–
mo resultado de un examen llevado a cabo en casi todos los
centros rle la civilización peruana, que los Incas en
SI)S
cons–
trucciones de piedra labrada; se valían, con ra1·as excepcio–
nes, únicamente de la exactitud con que juntaban las pie–
dras y no de cemento para asegurar la estabilidad de sus
,0bras, que a no ser que sean derribadas por la violencia sis-
temática, perdurarán hasta que el Capitolio de Wáshing–
ton se haya. destruido, hasta que el Neozelandés de Macau–
lay contemple las ruinas de la catedra.\ ele ;3an Pablo desdo
los arcos derruidos del Puente de Londre,.¡.
Las excepciones a que me he referido son casos como los
de 'l'iahua na<}U, las chullpas de Sillustani
y
la
For~leza
de
Ollantay ambo
1
en que las piedras estaban ajustadas por
chapas de or0nce qne encajali>an en muescas y salientes, o
por otros dispositivos enteramente mecánicos, que no tie–
nen relación con el uso de mortero alguno. Pero también es
cierto
q.Úeumbe>ldt afirma enfáticamente gue él encontró
un verdadero mortero o argamasa en las rumaA de Pullal y
Cnnnar en el norte del Perú (
1 ).
Los muros exteriores de las construcciones del Cuzco tie–
_nen la apariencia de lo que podría llamarse "óbm rústica",
de cuyo estilo ofl-ecen bellos ejemplos el P11.Iacio Pitti de Flo–
rencia y algunos otros edificios de aquella ciudad, aunque
_no tan perfecto! como los del Cuzco,.es decir, las superficies
exteriores o caras de las piedra!'! son ligeramente convexas
y
cortadas en bisel las aristas, de tal manera que las juntu–
ras forman .pequeños canales. Humboldt nos· dice que este
labrado de las piedras se llama ''bugnato" por los
arquit.ec–
tos italianos
y
cita
el
muro de Nerva en Roma como ejem–
plo de esta clase de trabajo (2). Sin embargo algunos edifi–
cios in.caicos y notablemente el Templo del Sol y el Convento
de hls Vírgenes del Sol tienen superficies exteriores perfP.cta-
(1).-Alejandro
de
Humboldt. &tws
de
las OoPdilleras
y
mon'ti!Ynlntos
indígenas
de
América. Traducción
de
Bernanlo Giner. Página 956. Se tra
ta del
palacio
de lnca-percca,
de
la provincia de lo8 Oaña1·is (Oannar):_N.
del T.
[t]
.-Los est1'los
y
camctel·es de la arquitectura incaica
y
col<mial son
materia
de
un estudia técnico e'!l- el libro citado
de
Uriel Gan:ía, "La Oi-ur
dád
de
los Incas" .-N. del
1'.