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EXPLORACION E INCIOENTES DE VIAJE
los habitantes de los sombríos bosqnes ce rrados
y
mato–
rrales del Amazonas, donde el Sol penetra apenas para pro–
vocar emanaciones mo1·tíferas.
y
en q ne
In
vida ·es una lucha
inútil contra una vegetación
indonw ñable, contra los ani–
males feroces, los rept.iles
veneno~o~
y
los insectos ponzoño–
sos.
')
_ Temo haber permanecido qnizás mncho t iP.mpo en
lo ~
jardines del Inca,
ya
qnt:> me es imposible dar. una idea de
su belleza, la perfeccióll y el buen gusto de
:m
construcción.·
Unó de los más grandes contratiempos de mis vin.jeR en el
Per1í, es el no haber podido obtener fotografías del deleito.
so valle de Yucay
y
de
su~
maravillosos
andfmes
desde las
alturas de Chincbero. Las lluvias
{1)
coruenzaroú, antes que
pudiera completar mis exploraciones y me ví oblig-ado a
retirarme sin fijar las formas
y
caracteres de
mucho~
obje–
tos béllos e interesantes. El descenso de los
1~./tos
de Chin–
chero al valle es largo, difícil y peligroso. Quedan t9davía
~ragmentos
del camino zig zagneante de
J~¡s
Incas, sosteni–
dos por s@lidos muros de
alba~ñilería,
de g radiente suave
y
bastan~
anchos ara el paso de seis personas de fren
t~.
Aunque su cuidadosa conservación ha debido ser dictada
por la más elemental prudencia-pne!'! hay pocos sitios en
que la escar-padura de la meseta puede ser dificultosa-este
camino artificiosamente constl'Uido ha sido abandonado
por los infelices descendientes de los Incas previsores
y
~e
ha arruinado totalmente,
.
.Lo que
inmediatamente llama la atención del que
visita el valle de Yucay, es el vasto sistema de terrazas qne
se alín'ean en ambos lados, doquiera la :con,figuración del te:
rreno permite su construcción y de las. que forman parte los.
llamados
andene¡,¡
o jardines del Inca. Estas terrazas ascen–
diendo
de~de
las más anchas, situadas en las playas, escalan
las montañas basta la altura de mil a mil quinientos pies,
angostándose cacla vez más, hasta que las · más altas tienen
a penas dos pies de ancho. Las paredes de las terrazas ROn
de piedras brutas, bien unidas, ligeramente inclinadas ha–
cia atrás
y
de altura variable
d~
tres a q uineé pies. El agua
es conducida por
aceql1ias
o acueductos artificiales que a–
rrancan de alguna quebrada estrecha al pie mismo de la
nieve,
;y
pasando por las laderas de las montañas llega" a
(l)La estación de lluvias en el Cuzco corresponde al Yerano
y
du–
ra d.e noviembre a marzo. Durante enero
y
febrero la ca ída de lluvia es
¡;así continua;
Id
descarga de los ríos es de gran volumen
y
la erosión
vigorosa. El promedio anual de días lluviosos es de .l1 .---N. del T.