Previous Page  116 / 206 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 116 / 206 Next Page
Page Background

90

EXPLORACION E INCIOENTES DE VIAJE

los habitantes de los sombríos bosqnes ce rrados

y

mato–

rrales del Amazonas, donde el Sol penetra apenas para pro–

vocar emanaciones mo1·tíferas.

y

en q ne

In

vida ·es una lucha

inútil contra una vegetación

indonw ñable, contra los ani–

males feroces, los rept.iles

veneno~o~

y

los insectos ponzoño–

sos.

')

_ Temo haber permanecido qnizás mncho t iP.mpo en

lo ~

jardines del Inca,

ya

qnt:> me es imposible dar. una idea de

su belleza, la perfeccióll y el buen gusto de

:m

construcción.·

Unó de los más grandes contratiempos de mis vin.jeR en el

Per1í, es el no haber podido obtener fotografías del deleito.

so valle de Yucay

y

de

su~

maravillosos

andfmes

desde las

alturas de Chincbero. Las lluvias

{1)

coruenzaroú, antes que

pudiera completar mis exploraciones y me ví oblig-ado a

retirarme sin fijar las formas

y

caracteres de

mucho~

obje–

tos béllos e interesantes. El descenso de los

1~./tos

de Chin–

chero al valle es largo, difícil y peligroso. Quedan t9davía

~ragmentos

del camino zig zagneante de

J~¡s

Incas, sosteni–

dos por s@lidos muros de

alba~ñilería,

de g radiente suave

y

bastan~

anchos ara el paso de seis personas de fren

t~.

Aunque su cuidadosa conservación ha debido ser dictada

por la más elemental prudencia-pne!'! hay pocos sitios en

que la escar-padura de la meseta puede ser dificultosa-este

camino artificiosamente constl'Uido ha sido abandonado

por los infelices descendientes de los Incas previsores

y

~e

ha arruinado totalmente,

.

.Lo que

inmediatamente llama la atención del que

visita el valle de Yucay, es el vasto sistema de terrazas qne

se alín'ean en ambos lados, doquiera la :con,figuración del te:

rreno permite su construcción y de las. que forman parte los.

llamados

andene¡,¡

o jardines del Inca. Estas terrazas ascen–

diendo

de~de

las más anchas, situadas en las playas, escalan

las montañas basta la altura de mil a mil quinientos pies,

angostándose cacla vez más, hasta que las · más altas tienen

a penas dos pies de ancho. Las paredes de las terrazas ROn

de piedras brutas, bien unidas, ligeramente inclinadas ha–

cia atrás

y

de altura variable

d~

tres a q uineé pies. El agua

es conducida por

aceql1ias

o acueductos artificiales que a–

rrancan de alguna quebrada estrecha al pie mismo de la

nieve,

;y

pasando por las laderas de las montañas llega" a

(l)La estación de lluvias en el Cuzco corresponde al Yerano

y

du–

ra d.e noviembre a marzo. Durante enero

y

febrero la ca ída de lluvia es

¡;así continua;

Id

descarga de los ríos es de gran volumen

y

la erosión

vigorosa. El promedio anual de días lluviosos es de .l1 .---N. del T.