67 -
presentaciones en las alfarerías, construcciones y tej.ido.s. Como ¡por
obra de magia, producida por una asociación acertada, los conoci–
mientos antes diiSpersos acerca del dios-felino, .quedaron unidos armó–
nicamente.
A.J acudir a la colección de Recuay para confrontarla con
ia
al–
farería "dl'laconiana", y ·determinar si la
tes~
de unidad mitológica
era o no aplicable a esa cultura, discernimos concordancias asombro–
sas entre las representadones materiales, las que volv.imos a compro–
bar entre
los
.símbalos contenidos en 'las mismas.
Elsto
es satisf ac–
torio, pues, no era concebible que los dia1guiitas escaparan a la unidad
tan claramente 1patentizada en las niadones •vecinas del norte, ni era
aceptable que donde 'las demás r·epresentaran al dios-felino, particu–
farmente, e1 jaguar, ellos imaginaran un "dragón". Sin embargo, el
término :desvió de la sencilla verdad y hasta hoy, al jagua;r, señor de
:los ·bosques del Tu.cumán, desfigurado en la alfarería por una estiliza–
ción Jngenua, pero intencional, se "le sigue calificando impropiamente.
Fué por el año -1892 cuando el Señor Lafone Qu.,evooo, al nracti–
car eX!cavaciones en 'el
pu~blo
de Chañar-Ya:có en Catamarca, descu-
1brió tejas y vasos en que ió pintados ,''dragones o medusas con
cola de •seripiell!te coral y pies de lagartija...."
d~s in1g~;iéna0se
espe-
1descrfüir otros trozos, só de nuevo
.Ja
p.a:J,abra "dragón", como hubiera odido emplear otra cualquiera,
destinada a expresar el . concepto de monstruo. Con es·e s ustant ivo
construyó e'l adjetivo "draconiano", cuy¡a inexaictitud no condenaría–
mos, si no viciase la interpretadón de las .figuras
y
desorientase acerca
del contenido rnitológko de las mismas .
La imaginación fantaseadora de los chinos inventó el draigón,
que tenía :según se ad·vierte en su cerámica, cuerpo de serpiente cor–
pu:lenta :con pies y ala-s, - es tambié)l la ·definición de la A:ca·demia, .-
1pero los primitivos habitantes del 1aintiguo Perú
y
de'l ant iguo Tucu–
más, a juzgar por 'los restos de sus arles, industrias y artefactos de uso
religioso
y
social, fueron realiist!as. Perieibieron en los elementos
protecfores y en 1os hostHes, lo bueno y lo malo; aiqoraron o temieron;
concibieron lo maravilloso; y compusieron fas imágenes de sus di vi–
nidades, reuniendo 1as repreS'entadones de
.Jo
que apr eciaban, odiaban,
( n 2)
R.
M. L. P. T9 3 Año
18g2.
Véase también Lám. VI. Fig.
l.