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-31-

enteramente del antiguo Perú, sin más diferencia entre las dos civili–

za'Ciones que la existente entre la etnografía de diversas otras regio–

nes del Imperio de los Incas".

El señor Boman entiende por cultura diaguita la forma <l'e

vMa de loe indígenas que habitaban el oeste de la Provincia de Sal..

t a,

fa

parte montañosa de Tucumán

y

la Rioja, toda la provincia de

Catamarca

y

la

par.te

montañosa de la Provincia de San Juan (36).

Veremos en el capítulo III que los .nuevos documentos descubiertos

y utilizados por nosotros, confirman este concepto tan bien asen–

tado por él en su obra fundamental, coincidencia de importancia

pues los guerreros en sus probanzas no solían ser muy precisos.

Usan términos vagos, como por ejemplo:

"levantaron el real de

Soconcho y fueron a fos diaguitas". Nace la pregunta• ¿Dónde vi–

vían los diaguitas? Cronistas de épocas posteriores como Sotelo

N~vaez

y

el

P.adre Barzana, dieron algunas referencias, pero son

poco precisas. Siempre es satisfactorio que los datos históricos se

encuentren corroborados po

juicioe

d~

arqueólogos, dándose recí–

procamente fuerza de prueba plena. (37).

(36) Véase· en la reproduccion del mapa et–

nico del señor Boman (Lámina

I[)

lo que é

entiende por región diaguitjl.

(37) Además de .los estudios del Sr. Boman,

otras exploraciones

fueron

llevadas

a

cabo

por el Museo de Etnografía de la Facultad de

Filosofía de Buenos Aires, bajo la dirección

de Ambrosetti y Dej>e edetti.

Fuera de

as

investigaciones en Pampa Grande, ya citadas,

realizáronse estudios en el Noroeste Argen–

tino, en La Paya (Véase "Exploraciones ar–

queológicas en

la ciudad prehistórica de La

Paya" por J. B. Ambrosetti.

1907);

en Kipon

(Véase "Excursión Arqueológica a

las. ruinas

de Kipon" por S. Debenedetti.

1908);

en Cacbi

(Véase "Observaciones arqueológicas sobre

la

Alfarería funeraria de· La Poma"; por

J.

A.

Dillenius.

1909);

en Catamarca, en Tafi y en

la quebrada de Huamabuaca, (Véase "Explo·

ración

arqueológica en

los

cementerios pcc–

históricos de

la isla de Tilcara" por S. De–

benedetti.

19w);

otros estudios se realizaron en

el Alfarcito, en Porche!, etc.

Los

trabajos

comparativos

practicados

en

el

terreno han permitido a Ambrosetti y Qc–

benedetti

fijar el Pukará de Tilcara como

punto extremo de difusión de Ja cultura dia–

guita en el Norte. Del mismo modo se debe·

a Debenedetti

la puntualización del extremo

sur. En una de sus obras: ("Investigaciones

arqueológicas en

los valles preandinos de

la

Provincia de San Juan".

1917)

fruto de la pri–

mera exploración sistemática realizada en es11

Provincia,

llega

a

las

siguien~es

conclusio–

nes:

"1?

Semejan;a. cultural entre

la

región

p eandina de San Juan y la región diaguito–

c ·lcltaqui, demostrada por

las prácticas

fu–

nerarias, la cerámica_, los artefactos de metal,

los ¡íetroglifos

y

demás r:estos arqueológicos.

2?

l'resencia de alfarerías polícromas y uten–

silios prehispánicos análogos a

los descubier–

tos allende la cordillera, en Coquimbo, Frei–

rina, Copiapó

y

en algunas

localidades de

Bolivia, demostrando de manera evidente uu

activo

intercambio entre los pueblos de am–

bas laderas de los Andes.

3~

Los valles preandinos de la provincia de

San Juan marcan hasta este momento el

lí–

mite más meridional conocido de la disper–

sión de

la cultura diaguito-calchaqui".

En estos datos hemos apoyado nuestro cro–

quis de la región diaguita (Véase Lámina I)

aceptando el limite de San Juan, fiados en las

conclusiones del Sr. Debenedetti, apoyadas por

otro arqueólogo, el

señor Feo. de Aparicio,

quien en un

interesante estudio sobre "Los

Aborígenes del Tucumán" que acaba de apa–

recer en la Revista Histórica del Perú. (To–

mo VIII -

1925),

dice : "La inclusión del ac–

tual

territorio eje

la provincia de San Juan,

dentro de la zona que

fué

asiento de los dia–

guitas puede hacerse sin vacilación en ba–

se a

las

investigaciones arqueológicas reali–

zadas por Debenedetti en los años

1914

y

1916,