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STONEHENGE

bable que los bloques ·de los

Stonebenge

sean - como reza la tradición

- soldados paganos que perseguían a San Cornelio, y fueron trasfor–

mados en piedras por el taumaturgo de Bretaña.

En este lugar la interpretación nos interesa mucho menos del cálculo.

cronológico al que puede dar lugar.

Es preciso reconocer que, una vez admitido el valor astronómico

de las hileras de piedra, es decir, que fueron alineadas por los Neolíticos

siguiendo la dirección aparente del sol durante

el

solsticio o el equinoc–

cio, el problema de averiguar su edad absoluta es mucho más simple que·

el problema del Kalasasaya. La construcción sencilla de los

alignments,

no ofrece grandes dificultades para medir la diferencia angular entre,

por ejemplo, la línea solsticial de verano de la época de la construcción,

y la de nuestros días. No se presenta allí ninguna de esas complicaciones·

estructurales, como en el rectángulo del Kalasasaya, que, haciendo ne•e–

saría la suposición de que el trazado íntegro haya sufrido desviaciones,

conduce a alterar ángulos y lados de una figura geométrica regular. Con–

secuencia de ella ha sido para Posnansky la peregrina idea de medir la

variación angular del equinoccio. Resumiendo, diré que el carácter lineaf

y simple de las construcciones

egal~tiGas

de Bretaña e I11glatera es favo-:–

rable, desde el punto de vista uramente matemátÍGo, a

fo

implantación

de un cálculo sola eom0 e concebido por Lockfer

(s~n

pronunciarnos

sobre la utilidad y solidez proba iva), porqlle no postula absurdos

como el desplazamiento de 1 línea equipoccial, o de lo§ puntos cardi–

nales . Es ·causa de maravilla que

tama~a

diferencia no se haya presen–

tado a la mente de escritor de La Faz.

Todas las demostraciones que preceden resultan innecesarias, si se·

tiene en cuenta que nunca varía la posición de una línea sobre la super–

ficie .de la tierra. Por tanto nunca varía su .posición relativa a la direc–

ción Norte-Sur y a la otra Este-Oeste. La primera es dada siempre

et in'

aeternum

por el eje que reune los dos polos, y la segunda yace en un

plano perpendicular a la nombrada.

La pared del Kalasasaya

fué

edificada con orientación aproximada

Norte-Sur, y con una diferencia, o error, según

la

medición de Pos–

nasky, de un grado, cinco minutos y treinta segundos; es decir, su

azimut es 65'

30"

Oeste.

Un investigador meticuloso no da por terminada su tarea después

de demostrar que por ese medio no puede llegarse a determinar fecha

alguna para la edificación de Tiahuanaco. Una vez apartados los errores

materiales y de concepto de Posnansky, nuestra curiosi'dad se dirige hacia

el origen, no ya de la ignorancia de hecho, que sería perder tiempo, sino,

de las sugestiones que pueden haber obrado en una dirección tan falaz.