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LA ESFINGE INDIANA
La coincidencia se resuelve, pues, en, una relación geométrica, común
a todo rectángulo que posea determinadas dimensiones. Más graves obs–
táculos revela el
cálci.dotrigonométrico, por poco que queramos seguir
el
camino recorrido por el Ingeniero Posnansky.
He sometido a la atención del Dr. Pingsdorf el siguiente cuestiona–
rio: "Tomando como base la diferencia de
o~ientación, d~
65' 30", y
corrigiendo ese error, tendríamos para el solsticio de verano el ángulo
BWE, menor que el ángulo AWE, correspondiente al solsticio de in–
vierno. ¿A qué época corresponden los dos valores de la oblicuidad?
Contestación: "Si tomamos por base el solsticio de verano, la fecha
corresponde más o menos al año 7000 antes de J. C., y si el otro, resulta
un valor imposible, que no se encuentra en las variaciones de dicha obli–
cuidad ni para el tiempo pasado, ni para el futuro".
El Dr. Pingsdorf ha tenido la amabilidad de calcular también, acce–
diendo a mi pedido,
la
época en que se verificó un ángulo igual a 23° 32'
41 ",
que, como hemos dicho, representa
la
mitad justa de la abertura
angular medida en el punto central del Kalasasaya, haciendo mira en
los dos pilares de las esquinas.
Teniendo siempre presente lo in
ei;osím~l
que resulta toda presun,–
ción de exac ºtud matemádca en las operaciones de los geómetras anti–
guos, preséntase, sin e bargo, na tercera posibilidad/ que reclama, por
·10
menos, ser considerada en un lugar de preferencia:
Admitiendo gue os Tiahuanacos construyeron el edificio sobre la
base del cálc lo de dicho ángulo, y sa(peniendo que, al colocar las línea¡¡
sobre el teft:eno, cometiesen involuntatíamente el
error
ae orientación
revelado
por
E.osnansky_, la antigüedad correspondería al 12
oo
AnnG
Domíni.
Naturalmente, en todo este escrito, se ha trabajado en buena fé sobre
la base de los datos suministrados por Posnansky.
Así, también, la planta que adjunto está recalcada en la del mismo
Autor, resistiendo a la desconfianza que suscita, por ejemplo, la deno–
minación que le confiere Posnansky, de "triangulación científica impe–
cable" .
Respecto a las mediciones angulares · y .longitudinales, como a las
observaciones solares consignadas por Posnansky, nos hemos servido de
ellas, sin dudar de su veridicidad . Sin embargo, en uno de los contados
puntos en que hemos podido ejercer nuestro contralor, se ha visto que
Posnansky asegura haber medido "en el presente año de 1920 la oblicui–
da_d de la eclíptica (XIX, p. 5), en 21 de Junio, y ha sido de 23°26'50,2
segundos", mientras en realidad, en 1920 esa oblicuidad midió