cortándoles por la nlitad, una faja pintada de
negro cuya significación simbólica es difícil
precisar.
Parece que expresa la división del
santuario entre cielo y tierra-el ci elo, d
la
faja hacia arriba, y la tierra, de allí hacia el
suelo-, toda vez que estaba destinado para di–
vinidades cel es t es. Esta es la opinión del au–
tor de La Ciudad de los Incas".
La
puerta de entrada a este
santuario
puede reconstruirse por los fragmentos que
quedan.
Al
frente de estos do s santuarios descrt–
tos están
iros
d
tinados a
las divinidades
.
.
,,=.1•...,..,rco
iris.
~rt~relación
están adosados en la gran muralla que corre
por
Ahuacpinta.
Además, entre los santuarios
del sur y del' norte de esta parte del claustro,
había una sala con solamente tres muros-dos
'de· los costados y uno del fondo-, sala abierta
que parece servía para los sacrificios, porque
por el subsuelo de ésta corren tres canales pe–
queños que desembocan en medio muro de la
calle mencionada, éomo puede
comprobarse~
Cada uno de estos santuarios se con1uni–
caban por una ventana, como acreditan las que
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