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R. CÚNEO .. VIDAL
distinguido
y
uno de los quechuistas más entendidos florecidos e11
estos últjmos tiempos, autor de monografías consagradas a la an–
tigua vida peruana que no nos cansaremos de encarecer, nos ha de–
jado una, encaminada a demostrar que los antiguos peruanos su..
pieron de medicina
y
cirug·ía
y
aun de medicina sugestiona! apli–
cada a los casos de afecciones del espíritu.
"La ruta de investigación clínica marcada por el médico in–
dio-escribe aquel autor-puede ser imaginaria
y
falsa, pero cabe
decir que ella representa, mentalmente, algo así como la imagen
borrosa de un objeto real.
"Es, quizá, ]a trocha tortuosa que une dos puntos lejanos si–
tuados en el centro de tupi4a selva, por la que camina el salvaje
sin
vacilar~
despertando la admiración del hombre civilizado, el
cual para dirigirse con orientación segura requiere la ancha vía
y
la luz meridiana.
"Es, además, buscándole un nivel inferior de comparación, un
algo así como el instinto que al gato
y
al perro les permite esco–
ger en la maleza 1 yerba que les salva la vida,
estan.doa riesgo
de perderla.
"Pero, sea lo que fuese, superchería o verdad, lo cierto es
que el indio que practica el
iiyhuachi
para obtener el
ticrapu
o
contagio, del hombre al animal, suele poseer el alma del médico re–
finadQ en grado sumo."
En los
ceques
conocidos con los nombres
d~
Payanes o Palla–
nas, se practicaba la función terapéutica del
huyhuachi,
la cual
consistía en la aplicación al cuerpo del enfermo, del cuerpo de un
animal, las más veces
cuy
o conejo de la tierra, a efecto de que por
ticrapu,
esto es, por
contagio,
el mal se transmitiese qel uno al
otro; ·1a del
ccacoy
o masaje tratándose de entorsis, contusiones y
extremado cansancio, a mayor abundamiento de la suministración
de sustancias medicinales simples.
En una palabra : las operaciones o curaciones que tuvieron
que ver con las enfermedades corporales.
En los
ceques,
titulados
callaQs
se curaban, en cambio, las en-